Off the record - 25 septiembre 2007

PIZARRO TENÍA RAZÓN SOBRE EL VALOR DE ENDESA

Hoy es el punto final de la turbulenta OPA sobre Endesa, aunque algunos sobresaltos de orden menor, que no alteran el horizonte, quedan por producirse, para delicia de quienes ya están escribiendo, dicen que para la televisión, la historia novelada de la más enrevesada historia de pasiones político-económicas y tiburoneo financiero de estos últimos años de vida española.

Grandes paradojas en escena. La primera, que el vencedor a estas alturas indiscutible es el saliente, el aragonés Manuel Pizarro. Muchos se echaron las manos a la cabeza y algunos escribimos que exageraba cuando, en los momentos iniciales del asalto del Gobierno, por mano de Montilla, Gas Natural mediante –hace la friolera de dos años cumplidos– , Pizarro aseguró que Endesa valía 45 euros por acción. Bueno, pues han sido necesarios dos años, pero ahí esta, los valía.

Pocas veces los accionistas de una compañía habrán tenido tantos motivos para despedir entre vítores a un presidente. Para no ser derrotado por ese terco aragonés, Rodríguez Zapatero y su “equipo de negocios” tuvieron que buscar una alternativa hasta debajo de las alfombras, cargarse por decente y riguroso a un presidente de la CNMV, buscar empresarios dispuestos a dar la cara por el oro y el moro, y agitar apoyos fraternales, políticamente vestidos.

AHORA, TIPOGRAFÍA E IMAGEN

Historias noveladas aparte, el libro del “detrás de detrás” de la OPA sobre Endesa está por escribir, pero si lo toma en sus manos algún gran periodista económico –no pongamos nombre para evitarle problemas– será sin duda apasionante, el mejor retrato, para bien y para mal, de los objetivos y métodos del tiempo de Rodríguez Zapatero.

Al final del último recodo, si algo queda claro en la historia de la OPA sobre Endesa es que nada fue limpio, ni industrial, ni financiero, sino política pura y dura, voluntad de comprar favores políticos con regalos industriales. Queda también claro que, a estas alturas de la película, la sociedad española es suficientemente sólida como para que sea conveniente menos tosquedad, más finura. “Manque finesse”, que decía el inolvidable caimán Giulio Andreotti.

IBERDROLA: EL TECHO ES EL CIELO

Así que llega la calma mediática al sector de la energía, en el que los focos informativos se trasladarán ahora hacia la imparable ascensión de Iberdrola, de la mano hiperactiva de Ignacio Sánchez Galán. Estrategia industrial, hábiles movimientos financieros… no falta de nada. Puesto que Endesa va a ser pronto muy poquito española, por más que se mantengan las formas, Iberdrola toma la posición. Es ya una de las grandes energéticas globales y Sánchez Galán no para de subir el listón. El techo es el cielo. El cielo se llama Estados Unidos. Sigan atentos al guión.

SIN FRACTURAS EN EL TIMON DEL LOBBY INMOBILIARIO

En el sector de moda, el inmobiliario, sigue la guerra de rumores en torno al lobby de las grandes inmobiliarias, formado a iniciativa de Fernando Martín. Ayer se publicó que varias de ellas no compartían el acercamiento al Gobierno, impulsado por el secretario general del lobby, Pedro Pérez, a través de su amigo Taguas, el jefe, ahora explícito, de la Oficina Económica de La Moncloa.

Fernando Martín se mantiene como es, transparente y sereno. Afirma que no hay diferencias dentro del lobby porque es mucho lo que está en juego y el sector inmobiliario no puede ser instrumento de guerrillas políticas a favor ni en contra del gobierno. Dice algo muy razonable, y es que los empresarios necesitan diálogo abierto, que no es lo mismo que complicidad, con el gobierno que haya, sea del signo que sea, por el interés de las empresas, de los accionistas y de los trabajadores.

Esto lo dejó escrito alguien tan poco sospechoso de proclividades socialistas como el mago del “milagro alemán”, Ludwig Erhardt, en su libro sobre la economía social de mercado. Claro que ¿habría escrito lo mismo si hubiese imaginado un “gobierno-talonario electoral”? Pero de momento es el gobierno que hay, con la legitimidad y el poder de los votos.

UNIDAD DENTRO Y EXPANSIÓN EXTERIOR

En cualquier caso, los presuntos descontentos afirman que “nada de nada” contra Fernando Martín, cuya idea de formar el lobby siguen considerando un gran acierto. Se trata, en todo caso, de matices de formas y procedimientos, en los que, en tiempo visiblemente pre‑electoral, consideran que toda prudencia es poca.

Se mantienen la cohesión del lobby y el liderazgo de Fernando Martín, particularmente en sus dos grandes ideas-fuerza. La primera, cuya plasmación es el lobby mismo, la necesidad de estrategias unidas del sector para capear las actuales turbulencias. Y la segunda, la expansión internacional, es decir, la salida al exterior de las inmobiliarias y constructoras españolas, en busca de grandes promociones inmobiliarias y grandes infraestructuras a las que aplicar un excepcional know how.

Atención, por cierto, al norte occidental de África, en ambos campos, pero sobre todo en infraestructuras a crear casi de la nada y que ya tienen diseñado su mecanismo de financiación.

PRISA ¿CONFLICTO O PROTOFENÓMENO?

No llegará la sangre al río. O sí, como dice a veces Rajoy con ironía gallega. ¿Será verdad que Barroso y el círculo de hierro de Rodríguez Zapatero han decidido “poner en su sitio” al Grupo Prisa? ¿Piensan que tiene demasiada influencia mediática? Pero ese poder no es circunstancial, ni se va a desvanecer en una hora por muy larga que sea, que lo es, la mano del poder político en España.

Llamaba Ortega “protofenómenos” a situaciones que nos revelan cuestiones más hondas y complejas. Es natural que los amigos de Prisa –encabezados naturalmente por Felipe González, aunque también los hay y no uno ni dos, sino bastantes más, en el PP– se pregunten el por qué de este empeño de Rodríguez Zapatero de crear ex novo un grupo informativo de su estricta obediencia. ¿Qué gana con ello? No parece un tema de política interior. ¿Acaso teme que Prisa no le siga, que no le seguiría, en una extraña y seguramente planificada deriva anti-occidentalista?