Calles y carreteras cortadas, el transporte público bajo mínimos, estaciones de tren cerradas... La celebración del Día de la Hispanidad convierte a Madrid en la capital del caos. La Castellana queda invalidada para la ciudadanía con motivo del día nacional, desde las seis de la mañana del viernes hasta que finalicen los actos.
Desde Juan Bravo hasta Atocha no pasa ningún peatón ni automovilista por la Castellana. Las medidas de seguridad imposibilitan atravesar la calle y las estaciones de tren de Cercanías no efectúan parada en Recoletos desde las ocho de la mañana hasta la una de la tarde.