Copa. El Mallorca busca el milagro de soltar tres zarpazos a los leones para superar el 2-0 de la ida

El marcador adverso no es más que una motivación extra para el Mallorca, que ya sabe lo que es eliminar a un equipo vasco de la Copa del Rey, remontando un 2-0. Los de Joaquín Caparrós lograron un resultado de 6-1 en el partido de vuelta ante el equipo realista que les colocó directamente en cuartos de final, donde la historia podría repetirse ante el Athletic Club de Bilbao.

A esto, hay que añadir que lograron cuatro de sus goles en apenas siete minutos y que en los dieciseisavos de final, también dieron la vuelta a la eliminatoria en el segundo partido, ganando al Sporting en El Molinón, por lo que el equipo local tiene fe en volver a repetirlo.
 
Sin embargo, esta vez el rival llega advertido por lo acontecido hace dos semanas y no bajará la guardia ni un sólo momento a la hora de defender los dos goles a favor que, de momento, les sitúan en semifinales de la competición copera, aunque parece improbable que por la filosofía de Marcelo Bielsa, se encierre para mantener la ventaja.
 
Los 'leones', que vienen de perder 4-1 ante el Real Madrid en Liga a pesar de la buena imagen mostrada, se quedaron en la capital para preparar este partidos. El conjunto rojiblanco ofreció una muy buena imagen en la primera mitad en el feudo madridista, donde pudo haber sacado un botín mayor, pero se descentró con el tempranero penalti sobre Kaká.
 
Como es habitual, es poco probable que el técnico argentino se guarde algo, aunque lo más normal sería que recuperase al sancionado Aurtenetxe para ocupar el lateral izquierdo, y devolver a Fernando Amorebieta a su sitio natural en el centro de la zaga junto a Javi Martínez.
 
El Athletic tratará de tener la pelota para evitar sustos tempraneros que den aire al Mallorca, reforzado anímicamente para la cita tras sacar tres valiosos puntos ligueros en su visita a Vallecas. Caparrós ha insistido en que sus opciones pasarán igualmente por dejar la puerta a cero, por lo que no renunciará a su solidez defensiva para que la eliminatoria esté en el aire.