www.diariocritico.com
La Corrupción en España siempre bien Recompensada

La Corrupción en España siempre bien Recompensada

viernes 01 de febrero de 2013, 00:05h
Pedro Franqueza y Ramírez de Prado esquilmaron las arcas del Felipe III allá por los 1600. No fue el primer escándalo de corrupción en nuestra tierra, desde luego, porque bien conocidos son los robos del tributo en tiempos de Hispania, la traición de don Julián en venganza al estupro del rey Rodrigo sobre Florinda la Cava, los tejemanejes de la monarquía visigoda o de la iglesia en todos los tiempos, pero sí fue el primero al que se auditó por orden real y se le encarceló de por vida.

Lo que hicieran Franqueza y Ramírez se parece bastante a lo de ahora. De hecho, en aquella época no existían los partidos como hoy, pero se llamaba partido al grupo de seguidores -digamos paniaguados- de algún ministro o valido. Así, Francisco de Sandoval, duque de Lerma, era el Rajoy del momento, Franqueza era su Bárcenas y Ramírez el Correa que allanaba caminos, endulzaba voluntades y aflojaba faldriqueras.

Estos pájaros, de alto y bajo copete, llenos de plumas, mariñaques y puñetas, sentados a la mesa real, aprovechados de aquella crisis económica que convertía la plata y el oro de Potosí en toisones, doblones, palacios y palacetes -puede que no en Pedralbes, pero sí en Aranjuez o en La Granja que era lo más molón por aquellos días-, son los referentes de Urdangarín, Rato, Amy Martin, Millet, Pujol, Cospedal, Rajoy, Bárcenas, López Viejo y demás patulea.

En otro siglo, el XIX, la reina Mª Cristina de Borbón y su fiel Narváez cobraban participación en cuanto negociete o empresa rentable se constituyera en España y la fortuna de la alcurniosa corrupta, unos 600 millones de euros al cambio, se vio acrecentada hasta con el repugnante e ilegal negocio de la trata de esclavos.
Tampoco la República se vio libre: el PRR, el PSOE, PRS, AR, la CEDA y ERC se repartieron entre ellos 50 millones de euros -¡de entonces!- cada año. El premier Lerroux fue enfrentado por el presidente Alcalá Zamora al dossier straperlo (STRauss, PERle y LOwann) y su respuesta me recuerda al "ni Flick ni Flock" del presidente González o al "será imposible demostrar la culpabilidad de Bárcenas" del presidente Rajoy: "No podrán demostrar mi implicación en este asunto".

Lo del straperlo tiene guasa: los tres que dan nombre al asunto se habían pasteleado el negociete de unas ruletas trucadas con algunos miembros del gobierno (Rafael Salazar, ministro de gobernación; Joan Pich i Pon, secretario de marina y el propio Alejandro Lerroux, presidente que tenía una participación del 25% de los beneficios vía un testaferro) quienes a cambio de los gajes promovieron la legalización del juego en España. Las ruletas se pusieron en marcha en sitios tan emblemáticos como el hotel Formentor de Mallorca o el Gran Casino de San Sebastián y fue el propio Strauss el que escribió el dossier y lo entregó a Alcalá Zamora, entre otras razones, porque la policía precintó la ruleta de San Sebastián al detectar irregularidades y, no os lo perdáis, el zascandil de Strauss pretendía que se le indemnizara por el lucro cesante y los sobornos pagados.

Por supuesto, esto no fue gran cosa para Lerroux que se fue de rositas... pero solo por unas semanas ya que un hombre digno de ser recordado, Antonio Nombela, un funcionario probo y a la sazón Inspector de Colonias y del que deberíamos hablar alguna vez, se negó a pagar una indemnización firmada por el presidente Lerroux para pagar al empresario catalán Antoni Taiá dos buques que, según él, perdió en Guinea. Nombela no certificó la indemnización y se negó al pago, por lo que fue destituido. Elevó el caso a Cortes y al poco el propio Lerroux tuvo que abandonar el gobierno. Si el presidente Rajoy quiere un antecedente histórico ahí lo tiene.

Y ahora el agua a mi molino: necesitamos listas abiertas, necesitamos elegir al presidente directamente, necesitamos elegir a los fiscales y necesitamos una ley de transparencia como la estadounidense. Y ya puestos a pedir, un sistema educativo nórdico y, si bien no ateo, por lo menos luterano. ¿Más? Que se vaya el rey. Como dice uno de los twits más ingeniosos de la década, "Señores del PPoder, Dimitir no es un nombre ruso"
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
9 comentarios