Se rumorea que
José Blanco ha decidido dejar las encuestas sobre la intención de voto de los madrileños en las próximas municipales hasta después de las navidades, porque las que tiene son muy poco esperanzadoras. En ese tiempo, los socialistas lo intentarán todo, hasta ironizar sobre la poca popularidad de
Miguel Sebastián, con la siguiente presentación ante los ciudadanos:
“Miguel ¿qué?”
Todo Ferraz pretende comunicar a los madrileños que para que alguien sea su alcalde no es necesario que sea famoso.
"¿Qué pretenden, que nombremos a Yola Berrocal?", nos han llegado a comentar sarcásticamente. De lo que se trata es que Sebastián logre una imagen de buen gestor y eficaz político, capaz de arrebatar la alcaldía a
Alberto Ruiz-Gallardón.
Ahora bien: existen importantes 'handicaps', a juicio de algunas fuentes. Primero: "no tiene un gran pasado, pero sí grandes e influyentes enemigos", en referencia al presidente del BBVA, Francisco González, y algunos políticos de su propio partido (¿Simancas? ¿Acosta? ¿Leguina?... ¿El PSM al completo?)
Segundo: el rostro de Sebastián: "no expresa nada; es frío. No llega al público".
Tercero: sus últimas declaraciones a la prensa acerca de que no se compromete a seguir en Madrid si pierde en mayo. "Con titulares como éste, más vale que no le conozcan..."