La Tierra no nació ayer

El pasado día 26-10-07, en mi columna de los viernes en la edición Comunidad Valencia del periódico ABC, hice una reflexión respecto a la concesión del Premio Nóbel de la Paz a Al Gore, en la que entre otras cosas recomendaba la lectura del libro “Estado de Miedo” de Michael Crichton, con la petición de que, tras su lectura, cada uno sacara sus propias conclusiones. 

La lectura del titular “El cambio climático causa ya el 90% de las catástrofes naturales en el planeta”, que con motivo de la 27 Sesión Plenaria del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático se está desarrollando en Valencia, me ha vuelto a recordar el contenido del citado libro.

No cabe duda que el cambio climático es una realidad y que, por lo tanto, es una obligación de todos los habitantes del planeta contribuir para que el mismo sea lo menos perjudicial para nosotros y nuestros descendientes.

Según los expertos, el agujero en la capa de ozono, el calentamiento de la tierra, … está directamente relacionado con los malos usos que los seres humanos estamos haciendo de los recursos naturales y especialmente de la utilización descontrolada de la energía y de la degradación a la que estamos sometiendo al territorio.

Dicho lo anterior, lo que no acabo de comprender es el interés, por parte de algunos personajes y medios de comunicación, en describirnos un panorama y buscar unas explicaciones, cuanto menos, discutibles y siempre alarmistas.

A lo largo de la existencia del planeta Tierra se han originado infinidad de catástrofes naturales que han dado lugar a la aparición de los continentes, a la aparición de los sistemas montañosos, a las glaciaciones, a la aparición de los desiertos, a la desaparición de algunas especies animales, etc., en tiempos en los que el ser humano ni por asomo podía incidir sobre el cambio climático.

De las declaraciones realizadas con motivo de la inauguración de la 27 Sesión Plenaria del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático, me quedo con las de la alcaldesa Rita Barberá, que nos invitó a conocer “con exactitud, sin alarmismos ni demagogia” las medidas a adoptar para afrontar la situación climática del planeta.