A 9 meses para el desenlace

Hoy almorzamos con los datos del CIS. Datos que siguen reflejando una clara tendencia al alza de la inquietante Podemos, una pérdida de altura del PSOE, situándose por detrás de la formación de Pablo Iglesias,  y un "virgencita que me quede como estoy" del PP.
Es la confirmación embrionaria del fin del bipartidismo.

Ahora quedan esos 9 meses del miedo a la ruptura de ese bipartidismo, que por otro lado, esta semana se ha manifestado que los acuerdos son de cara a la galería y de espaladas al sentido común. Que el PSOE, que parece que aún no se ha enterado que el electorado lo que pide y exige es coherencia, firma un pacto con el Gobierno y por otro lado anuncia un recurso contra la prisión permanente revisable. Un acto de incoherencia de cara a la opinión pública, un malabarismo político de antaño, de cuando el público del que quieren obtener el voto no veía alternativas comprometidas, pero ahora eso ha cambiado. 

Tres ejemplos de compromiso y éxito.

El interés de la población hacia los asuntos políticos ha aumentado exponencialmente. Lejos quedan ya los casos  de corruptelas como Filesa, Banesto, incluso Gürtel más actual, pero todo cambió con el tesorero del PP y esos mensajes personales con el presidente del Gobierno, todo cambió con la vinculación de la familia del Rey en asuntos turbios, todo cambió para la sociedad y su manera de ver a la clase dirigente. Los españoles somos permisivos, si nos "roban", que nos "roben", eso no nos ofende, pero que nos traten de tontos, eso nos molesta y nos cuesta más perdonar. Nadie recuerda ya cuantos millones tiene Luis Bárcenas en Suiza, pero todos recordamos como María Dolores de Cospedal, Secretaria General del PP decía aquello del "despido en diferido" (robarnos Vs insultarnos).

Por tanto, lo que ahora se busca en el panorama político, es compromiso y coherencia. Esa es la razón del ascenso del ERC en Cataluña pese a ser CIU y su líder mesiánico Artur Mas, quien dirija al pueblo catalán hacia su salvación, ha sido la posición clara y definida de ERC quien se ha llevado la mayoría de ese respeto electoral.

Del mismo en Cataluña, existe el caso contrario en cuanto a ideología. La posición marcada y estructurada de Ciudadanos, ha logrado convencer a gran parte del electorado de "centro" que no acaba de creer en las posturas con fisuras del PSC, partido que no encontraba líder para ser dirigido, nadie quería hacerse cargo de las riendas por su escasa credibilidad. Pobre Iceta. Y no digamos la falta de claridad del PPC de Alicia Sánchez Camacho que en un difícil papel entre la falta de visión del Gobierno ante la situación catalana, ha tenido que navegar a la deriva, entre lo que cree que es mejor para su partido nacional y para su partido autonómico, que está claro son cosas distintas. Por todo ello la formación de Albert Rivera ha logrado un destacado lugar en Cataluña, se habla de la tercera fuerza política, y un lugar interesante en la política nacional. Ejemplo de claridad y credibilidad.


Y por último Podemos, que ha sabido crecer- aún no sabemos si gobernar-, ha sabido diversificar su presencia y no caer en el error de otras formaciones como IU o sobre todo UPyD de centrarse en el personalismo único y jugárselo todo a una carta. Pablo Iglesias pese a ser un claro líder, se ha sabido rodear de segundas espadas en los medios de comunicación, en los mítines y en las apariciones públicas con un elenco de dirigentes que han mantenido el discurso. Este es el ejemplo definitivo sobre lo que quiere la gente, que es compromiso, claridad y nunca más nadar y guardar la ropa. 

Este barómetro cocinado a principios del mes de enero,  refleja curiosidades como que el PSOE sea el partido más simpatía despierta y el más cercano ideológicamente a los encuestados. Esperemos reacciones.

El CIS refleja una clara intención de voto que rompe el bipartidismo instaurado en nuestro país. Aún no sabemos si es bueno o es malo, pero desde luego el reflejo es que la política ya no es cosa de un día que se vota cada cuatro años- las generales-, sino que ahora sí hay que  ganarse,  el voto en el día a día.