Se instala la Asamblea Constituyente en Ecuador

Ecuador, que ha vivido una década de grave inestabilidad política, durante la cual se derrocó a tres presidentes y sucedieron en el poder ocho mandatarios, se apresta a escribir otro capítulo de su historia, pero este vez bajo el anuncio gubernamental de incluir al Ecuador en el proyecto regional del Socialismo del Siglo XXI.

La Constituyente, un ofrecimiento de campaña del presidente Correa, que goza con una popularidad del 72 por ciento, recibió el apoyo del 78.1 por ciento de los ecuatorianos en un referéndum del 15 de abril.

La alta votación por el “sí” obedeció a la expectante esperanza ciudadana de poner fin a una década de inestabilidad política y económica que se le adjudica a la “partidocracia” y por lo que, según analistas, el pueblo castigo en las urnas a los partidos tradicionales.

Sin embargo, según opinan algunos analistas, el poder solo parece haber cambiado de manos. Con una mayoría a su favor de 80 de 130 asambleístas de Acuerdo País (AP), Correa tiene “la sartén por el mango” para lograr que la Constituyente le allane el camino para su anunciado proyecto político, que se enmarca en el eje regional que incluye a Venezuela Y Bolivia.

La fuerza de la mayoría se ha hecho sentir desde la organización administrativa de la Asamblea hasta en la decisión, tomada por Correa, que la sede del organismo Constituyente sea en el cerro de Montecristi. Una población costera de 55 mil habitantes a 425 kilómetros de Quito, donde nació Eloy Alfaro, el histórico líder de la Revolución Liberal (1895) de este país.

Y pese a que en la redacción de una declaración de principios de AP se destaca la inclusión, la participación y el respeto democrático, la mayoría pretende captar, a más de la presidencia para Alberto Acosta, el asambleísta más votado, las dos vicepresidencias y la mayoría en la mesa directiva.

“El proyecto político tiene que estar dirigido por quienes ganamos las elecciones. En eso no hay ningún misterio y lo decimos de frente”, dijo Fernando Cordero, asambleísta de AP.

Las declaraciones dejaron en evidencia que los acuerdos y conversaciones estará abiertos con los partidos y movimientos en minoría, sin embargo pueden no incluir a Sociedad Patriótica, del ex presidente Lucio Gutiérrez, segundo bloque que logró 18 escaños y al Prian, del ex candidato presidencial Álvaro Noboa, con 9 representantes.

 “No vamos a mezclar el agua con el aceite” (…) “Imagínese que junto a Alberto Acosta (PAIS) se sienten Gilmar Gutiérrez (SP) y Álvaro Noboa (Prian). ¿Qué tal?, el pueblo no votó por eso” dijo Cordero en una publicación del diario local El Universo.

El único consenso  hasta el momento es la cesación de los actuales diputados, en lo demás, el peso matemático de los votos se impondrá en el trabajo de las 10 mesas temáticas, conformadas por 13 asambleístas, 8 de ellos de AP.

Las mesas abordarán: Derechos Fundamentales e Inclusión Social, Participación Ciudadana y Representación, Estructura Institucional del Estado, Ordenamiento Territorial y Asignación de Competencias.

Están también la de  Recursos Naturales y Biodiversidad, Trabajo y Producción, Modelo de Desarrollo, Acceso a la Justicia y Lucha contra la Corrupción, Soberanía e Integración Latinoamericana, y la Legislativa y de Fiscalización.

Según reza en el reglamento de funcionamiento, también redactado por AP, los “Mandatos” de la Asamblea no serán “susceptibles de control o impugnación” por ningún órgano constituido.

Se  establece que la Asamblea aprobará sus decisiones, excepto el texto constitucional, en un solo debate con el voto de la mayoría absoluta.

La redacción de la nueva Constitución será aprobada, mediante referéndum por el pueblo ecuatoriano.