Cuando llegaron, los efectivos del Samur sólo pudieron certificar la muerte de los ocupantes del vehículo, un Ferrari.
El coche iba circulando al parecer a gran velocidad cuando se salió de la vía, llevándose por delante cerca de 30 metros de quitamiedos, y terminó estrellándose contra un árbol, tras lo cual se incendió. Ninguna de las víctimas fue capaz de salir del coche.
Tras el incidente tuvieron que intervenir efectivos de dos estaciones de bomberos de Madrid y, en principio, ningún otro vehículo se vio implicado en este accidente mortal de circulación.
Las víctimas han sido identificadas por las familias a partir de las pertenencias que los agentes recogieron en el lugar del accidente. No obstante, los investigadores han solicitado permiso al juzgado para reafirmar la identidad de los fallecidos mediante una prueba de ADN.