Cientos de miles de manifestantes reclaman competencias sobre las infraestructuras

   Las valoraciones de la asistencia son, como siempre dispares. La organización habla de 700.000 personas, mientras que la Guardia Urbana de Barcelona baja la cifra hasta unas 200.000 personas. Había tanta gente en la demostración que sus organizadores han decidido ir leyendo el comunicado final de forma reiterada para facilitar que la gente pudiera ir circulando. Así, por ejemplo la salida se produjo a las 5 y a las 19,45 aún no había llegado la cola a su punto final.

    Los expresidentes de la Generalitat, Pasqual Maragall y Jordi Pujol han asistido finalmente a la marcha. Maragall está prácticamente retirado de la vida política y Pujol siempre ha sido muy reacio a las manifestaciones callejeras. La última a la que asistió fue la convocada en 2001 a consecuencia del asesinato del socialista catalán y ex ministro, Ernest Lluch.

    La manifestación la ha convocado la Plataforma por el Derecho a Decidir, una organización no partidaria que agrupa a decenas de intelectuales y personalidades catalanas de diversos ámbitos. Esta plataforma ha situado a los partidos políticos a la cola. La cabeza de la protesta la ocupaban personalidades como el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta,  o actores como Joel Joan o el grupo musical Companyia Eléctrica Dharma.

    En su conmvocatoria la manifestación  ha consistido en un tour de force entre los partidos convocantes: ERC, CiU e  ICV-IU y las no convocantes, PSC y el PP. Los partidos que han asistido a la protesta lo han hecho con sus exponentes más altos: todos los consejeros de ERC han asistido, Carod, Huguet, Tresseres y Capdevila y por ICV lo ha hecho el responsable de Medio ambiente y Vivenda, Francesc Baltasar, mientras que Joan Saura se ha concentrado en el control del orden público, ya que es su máximo exponente.

    La manifestación tenía como objetivos políticos la petición de que Cataluña pueda decidir sobre sus infraestructuras, la publicación de las balanzas fiscales, la normalización de la situación del transporte público de viajeros en cercanías.  Que haya prioridad en las obras de transporte público: tren, metro y tranvía y que la Generalitat pueda recaudar y gestionar todos los impuestos que pagan los catalanes.

    El público asistente ha convertido la manifestación en un clamor nacionalista. El grito más escuchado ha sido “independencia”, seguido de “tenemos derecho a decidir”. Los pitos se han dado aunque moderados ante la sede de la antigua comisaria de Via Layetana, ante las sedes de CCOO y UGT, que no se han sumado a la protesta y ante la delegación del Gobierno central en Barcelona. No se han dado incidentes aunque los bloques formados por CiU y ERC eran colindantes. Loas sectores independentistas no parlamentarios se situaban a la cola de la marcha que una hora después del inicio aún no había empezado a moverse.