La Cumbre del Clima se celebrará entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, si bien irá acompañada de multitud de eventos paralelos que comenzarán con anterioridad. Movilizará alrededor de 30.000 delegados y representantes de más de 190 países; unos 5.000 periodistas y miles de manifestantes ecologistas. Unas cifras que requerirán un importante despliegue de seguridad durante todo un mes para evitar tanto atentados terroristas como actos violentos por parte de algunos activistas.
Este es el motivo esgrimido por el ejecutivo galo para acogerse a la cláusula de excepción del acuerdo Schengen -en el que participa junto a otros 26 países, 22 de los países de la UE más 4 extracomunitarios- que permite la restitución temporal de los controles fronterizos así como el requerimiento de pasaportes o documentación acreditativa correspondiente.
La suspensión excepcional de la libre circulación sin controles de un mes como máximo de duración –prorrogable hasta los seis en determinados casos- es una práctica habitual en este tipo de cumbres internacionales (España ya aplicó esta excepcionalidad del acuerdo Schengen durante la cumbre del BCE en Barcelona en 2012), pero aún plantea muchas dudas a los ciudadanos que piensan viajar en esas fechas.
¿Visado, pasaporte o DNI?
La restitución de los controles fronterizos en mayor o menor grado puede llegar a generar atascos en las fronteras o retrasos en los aeropuertos, pero no conllevará mayores trámites, tal y como explican a Diariocrítico fuentes de la Comisión Europea y de la embajada francesa en Madrid.
Los españoles no tendrán necesidad de entregar un pasaporte para cruzar la frontera ya que podrán identificarse sólo con el DNI, pero sí podrían verse sometidos a controles sistemáticos de seguridad, inexistentes con el acuerdo Schengen plenamente activo ya que sólo los permite de forma puntual para no entorpecer la libre circulación.
En el caso de los ciudadanos no europeos tampoco hay mayores trabas burocráticas. Antes de la restitución de los controles extraordinarios en las fronteras, estas personas, según el país de procedencia, podrían necesitar o no un visado Schengen para acceder a un país miembro desde el cual trasladarse libremente al resto de países asociados en un plazo de 90 días. Durante el período de tiempo en que se reestablecerán los controles fronterizos aéreos y terrestres en Francia estos ciudadanos serán susceptibles de ser sometidos a un mayor control policial, pero seguirán estando obligados a llevar consigo la misma documentación sin necesidad de solicitar ningún visado especial o cualquier otro documento extraordinario para visitar el país vecino.
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