Tras la tragedia sufrida en el sur de Asia e Indonesia, que afectó a ocho países y causó cientos de miles de muertos, el gobierno de Sri Lanka solicitó a España, y en concreto a la Comunidad de Madrid, ayuda urgente. La petición requería "específicamente módulos de viviendas prefabricadas, que ya se habían utilizado para otras desgracias como la de Biescas", afirmó Prada. Estas viviendas, que ya estaban fabricadas antes de que ocurriera el desastre, estaban almacenadas en una instalación de Las Rozas, desde donde partieron a Valencia para continuar su viaje en dirección a Colombo, capital de Sri Lanka.
Se invirtieron en el proyecto 4,5 millones de euros, sin embargo, dos años después del tsunami, tan sólo 22 de las 80 casas que partieron a Sri Lanka han sido entregadas a los damnificados. Según afirmó Prada, "el compromiso era el envío de las viviendas para su entrega al gobierno local de Sri Lanka. El 31 de mayo del 2005 las casas fueron entregadas", y fue el Ministerio de la Vivienda de Sri Lanka quien se encargó de la planificación y distribución de las instalaciones.
Según True, el retraso en la adjudicación de las 58 casas restantes se debe a la falta de organización tras la catástrofe ya que "no existía ningún protocolo para este tipo de desastre, al llegar las viviendas no se tenían conocimientos técnicos para montarlas". Otro de los motivos ha sido la geografía de la zona afectada, muy difícil y en algunos casos impracticable, por lo que el acceso y la construcción de viviendas se han visto frenados. "Inicialmente, el gobierno tenía pensado levantar las instalaciones en el este de la isla, pero fue materialmente imposible", aseguró True. Además, como añadidura, "está el problema del terrorismo", ya que ciertos territorios de esta zona han caído en manos de grupos terroristas. "El gobierno de Sri Lanka dará puntual cuenta de la ubicación de las casas cuando se sepa dónde se van a edificar", añadió.
Por otro lado, frente a las voces que aseguran que con el dinero destinado a las viviendas -4,5 millones de euros- se podrían haber construido 1000 frente a las 80 que se enviaron, Prada recordó que el coste de las viviendas fue cero, ya que estaban construidas previamente al desastre, y añadió que este dinero fue destinado al transporte de las casas y a la creación de una escuela de hostelería y un consultorio médico en la zona afectada. También se ha criticado el tipo de viviendas enviadas, ya que, según las denuncias, el clima del sur de Asia e Indonesia, tropical y con periodos de monzones, no hace de las casas prefabricadas la instalación más adecuada. Frente a estas acusaciones, True aseguró que "las viviendas durarán".