El PP se volcará en el ‘sorpasso’ porque “sin Sánchez todo será mucho más fácil”

En el doble cuartel general del PP -Moncloa y Génova- están convencidos de que si el PSOE aguanta el tirón de las urnas, habrá Gobierno con Unidos Podemos. A trancas y barrancas, pero habrá un pacto de izquierdas que les mandará a la oposición.

En su análisis manejan dos escenarios principales para el drama electoral que nos espera:

La primera, que el PP mantenga las previsiones en torno a los 130 escaños que les otorgan prácticamente todas las encuestas -y con los que se conforma el propio Javier Moragas, jefe de la campaña popular- y Ciudadanos crezca de forma espectacular -seis escaños como mínimo- para sumar juntos la mayoría absoluta.

El problema es que Ciudadanos sigue siendo una incógnita que cuando parece que está de subida, las encuestas le quitan tres de sus actuales 40 escaños. La suma está en estos momentos a nueve o diez diputados de la mayoría absoluta, demasiada distancia para recortar de aquí al 26J y, además, lo último que quiere el PP es dar alas a su principal ‘vampiro’ de votos. Una ignorancia educada para no abrir aún más la brecha entre Mariano Rajoy y Albert Rivera es más que suficiente.

La segunda ‘profecía’ de las encuestas, según el término acuñado por Pedro Sánchez para restarles credibilidad, es que se produzca el hecho histórico en la política española de ver al PSOE desbancado por su izquierda. La suma de Podemos e IU hace casi segura una victoria en votos de Unidos Podemos, un auténtico desastre, pero nada comparado con verse superado en escaños, que es lo que al final cuenta en la matemática parlamentaria.

“Va a empeorar los peores resultados del PSOE”, exclama el ministro en funciones, uno de los pocos, por cierto, al que le gustaría seguir en su puesto actual. Lógicamente, como en todos los mentideros políticos madrileños o no, se da por hecho que ante una derrota de tal magnitud, Pedro Sánchez asumiría “su responsabilidad política”.

Y para el PP, sería la mejor noticia posible porque consideran que Pedro Sánchez es el principal “obstáculo” para la gran coalición entre los dos principales -uno de ellos ya algo menos- partidos. A pesar de la incertidumbre que se generaría, los estrategas populares creen que el PSOE cambiaría el rumbo y de una u otra forma les dejaría seguir en el Gobierno. “Sin él sería todo mucho más fácil”.

La oferta sigue en pie

“Sería bueno para España pero sobre todo para el partido socialista, cuyos acuerdos con Podemos en los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos les está llevando a la desaparición”. De paso, recuerdan que sigue en pie la oferta al PSOE de un ‘pacto de estabilidad’ en comunidades y municipios para desalojar a la formación morada.

En el PP son conscientes de que en el PSOE hay también un sector que cree que su salvación está, precisamente, en jugar la partida con Podemos, por lo que la presión sobre el candidato socialista aumenta día a día. Por un lado, esas mismas encuestas aseguran que la mayoría de los votantes socialistas (60-40) están en contra de pactar con los de Pablo Iglesias y las “confluencias” y desde algún medio ya le han marcado como objetivo los 7 millones de votos de Alfredo Pérez-Rubalcaba, una meta imposible de extrapolar al momento actual.

Pedro Sánchez, sin embargo, aseguró en su discurso de investidura ser consciente de que los militantes socialistas preferían un pacto con Podemos que con Ciudadanos, a pesar de que “por responsabilidad” avalaron su acuerdo con Albert Rivera cuando lo sometió a la consulta de las bases.

Un detalle importante porque el análisis del PP olvida que sea Pedro Sánchez, Susana Díaz o quien designe el PSOE como interlocutor en cualquier posible negociación tendrá muy complicado obviar el ‘trámite’ de consultar a la militancia si quiere que Mariano Rajoy siga en su despacho de La Moncloa. Por activa o por pasiva, esa será la verdadera pregunta y la verdadera encuesta.