Tras la renuncia que presentó el martes pasado, el dictador se niega a dejar el centro de la escena. Aseguró que no permitirá modificaciones en el sistema político que somete a su pueblo
El tirano presidente saliente de Cuba criticó a los líderes de los Estados Unidos y Europa que piden cambios en la isla tras su anuncio de que no desea ser reelegido, pero no menciona quién le sucederá, en su primer artículo de prensa tras la renuncia.
"¡Cambio, cambio, cambio!, gritaban al unísono" los candidatos a la presidencia norteamericana, y "las menguadas potencias europeas alineadas de ese sistema proclaman las mismas exigencias", apunta el convaleciente líder.
"Estoy de acuerdo -ironiza Castro-, ¡cambio! pero en los Estados Unidos. Cuba cambió hace rato y seguirá su rumbo dialéctico. ¡No regresará jamás al pasado!".
Castro dijo que siguió por televisión "la posición embarazosa de todos los candidatos a Presidente de Estados Unidos" en sus reacciones y señaló que "se vieron obligados uno por uno a proclamar sus inmediatas exigencias a Cuba para no arriesgar un solo elector".
Asimismo, fustigó a "las menguadas potencias europeas aliadas" a los Estados Unidos según las cuales "había llegado la hora de danzar con la música de la democracia y la libertad" que "jamás realmente conocieron".
Interesante reacción que deja como necios a los que han pretendido vender esta semana al tirano como un monumento a la democracia al renunciar después de brutal abuso del Poder por casi medio siglo