Parece ser que Rodríguez Zapatero ha llegado de Doñana con nuevos bríos y con las ideas más claras que cuando se fue. La rumorología coincide en que se mantienen los dos vicepresidentes, María Teresa Fernández de la Vega, y Pedro Solbes, y no sólo con sus funciones actuales –De la Vega seguirá siendo portavoz del Gobierno, ha vencido en su batalla-, sino aumentadas en el caso de Solbes, que va a dirigir de verdad todos los Ministerios económicos. No quiere sorpresas y el presidente parece que le va a dar plenos poderes.
Pero a fecha de hoy parece que también siguen en sus cargos los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos; Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba –no será vicepresidente, tal y como él quería-; Sanidad, Bernat Soria; Cultura, César Antonio Molina; Justicia, Mariano Fernández Bermejo; Agricultura, Elena Espinosa, y Medio Ambiente, Cristina Narbona.
Jesús Caldera sigue en el Gobierno, pero el presidente proyecta desgajar Trabajo de Asuntos Sociales. Para el nuevo Ministerio de Trabajo no hay un nombre fijo, aunque se habla de la posibilidad de que sea Carme Chacón, que en todo caso dejaría Vivienda, pero Caldera se quedaría con Asuntos Sociales que se convierte en Ministerio.
Están dudosos los nombres para Administraciones Públicas, de donde parece que su titular actual, Elena Salgado, saldría para hacerse cargo del Ministerio de Defensa –que dejará José Antonio Alonso para hacerse con la portavocía del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso-, o bien –según fuentes- para el Ministerio de Fomento, del cual sale, según todas las quinielas, Magdalena Álvarez, la femme terrible del Gobierno Zapatero. Dependiendo del Ministerio que ocupe finalmente Salgado –cuya continuidad en el Gobierno parece asegurada- se necesitarían otros dos candidatos: uno para Fomento o Defensa y otro para Administraciones Públicas.
Quien sale ‘seguro’, según estas versiones, es el ministro de Industria, Joan Clos, cuyo Ministerio podría perder competencias, por una parte, pero adquirir otras para convertirse en un gran Ministerio hecho ad hoc para el gran amigo de Zapatero, Miguel Sebastián: se trataría de Investigación, Desarrollo e Innovación.
También está pendiente la entrada en el nuevo Ejecutivo de José Enrique Serrano, actual director del Gabinete del presidente del Gobierno, y de Celestino Corbacho, alcalde de Llobregat de Hospitales y presidente de la Diputación de Barcelona.
En este punto, dos consideraciones finales: primera, que a Zapatero ‘le faltan mujeres’ para el Gabinete, ya que quiere mantener a toda costa la paridad. Segunda, que según medios, Zapatero se ha hartado y ha dicho ‘no’ a la imposición de cuotas por los ‘barones’ territoriales socialistas.
Si (
No(
