Bermejo califica de "fraude" el referéndum sindical porque "sólo pudieron votar los huelguistas"

En rueda de prensa en la sede de su departamento, Fernández Bermejo dio a conocer que las reuniones con la mesa de negociación volverán a reanudarse mañana y anunció una nueva instrucción que aumentará los servicios mínimos para "garantizar los derechos de los ciudadanos". De igual modo, expresó su "optimismo" sobre una próxima resolución del conflicto y prometió ser "comprensivo" con los huelguistas.

Sobre el "simulacro de referéndum" organizado por los sindicatos convocantes (CCOO, UGT, CSI-CSIF y STAJ), en el que el 88 por ciento de los funcionarios consultados apoyaron continuar con la huelga, el titular de Justicia aseguró que se realizó después de "un proceso selectivo" mediante el cual únicamente votaron los sindicalistas "de pata negra" que habían secundado el paro "en los últimos días".

Según su información, las irregularidades en esta "consulta interna" fueron constantes, ya que incluso se llegaron a contabilizar "votos por fax". Como ejemplo, señaló el caso de Baleares, en el que la votación fue anulada porque, según el ministro, "votaban funcionarios que no eran huelguistas". "Se pretendía que hubiera un 'no' y lo ha habido, era un rechazo masivo que se ha articulado", aseguró.

"Muro de intransigencia"

Bermejo también criticó que las centrales sindicales, que iniciaron el 4 de febrero la huelga para solicitar la equiparación salarial de los funcionarios dependientes del Ministerio con los de las comunidades a las que se ha transferido esta competencia, hayan "torpedeado" el "principio de acuerdo" que, según él, suscribieron ambas partes el pasado 1 de abril.

En este sentido, acusó a los sindicatos de "incumplir" los compromisos que adoptaron en este documento, que "apoyaron" con su firma y en el que prometían someter a referéndum la última propuesta del Ministerio, consistente en un incremento de 140 euros este año y de 40 más en 2009.

A su entender, los sindicatos han levantado un "muro de intransigencia" hacia el Ministerio, ya que "no ofrecen contrapartidas" a sus ofertas y siguen realizando reivindicaciones "inviables, no decentes y fuera de todo sentido", como que los huelguistas reciban la parte del salario que se les ha descontado o que la recuperación del trabajo no realizado se haga exclusivamente en horario laboral. "Pretenden que el Estado pague la huelga", se quejó antes de censurar que algunos funcionarios "estén ejerciendo su derecho a la huelga con vandalismo".

El ministro, que ha dirigido una carta a las Ejecutivas Federales de los cuatro sindicatos en la que les solicita que cumplan el acuerdo en los términos en los que se firmó, consideró en todo caso "muy importante" la actuación de la dirección de UGT, que se comprometió a desconvocar la huelga si el Gobierno volvía a reunir a la mesa de negociación en el plazo de 48 horas.

"Este conflicto lo va a arreglar este ministro"

Sobre las peticiones de dimisión que le han solicitado los sindicatos, señaló que "difícilmente puede dimitir un ministro que se encuentra en funciones y ocupado en resolver este problema día a día".

Asimismo, resaltó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "protegió al ministro" de las "presiones hasta la extenuación" de las que fue objeto durante la última campaña electoral y "llegó al final sin ceder en lo que no se tenía que ceder". "Este conflicto lo va a arreglar este ministro, no les quepa duda", apostilló.

En relación con el incremento de los servicios mínimos, explicó que los "aumentos más sensibles" tendrán lugar en los Registros Civiles, "donde hacían falta refuerzos", en los Juzgados Centrales de la Audiencia Nacional y en las oficinas de registro y reparto, donde se han creado, según dijo, "auténticos diques" que impiden la distribución del trabajo.