La derecha saborea la derrota del Gobierno

Al cumplirse dos años y 22 días de Gobierno de la primera mujer Presidenta, que incluyó en su programa una profunda reforma educacional y la elevación de la calidad de la enseñanza, la derecha consiguió aprobar una acusación constitucional, que inhabilita a la ministra para desempeñarse como tal.

La decisión final deberá verse en los próximos días en el Senado, el que actuará como jurado. Al aprobarse el instrumento en la Cámara, la ministra Provoste quedó automáticamente suspendida de ejercer sus funciones, y fue reemplazada por el actual ministro de Transporte, René Cortázar, quien se desempeñará como biministro hasta que termine el proceso desencadenado por la oposición.

La votación en la Cámara de Diputados fue de 59 votos a favor de la acusación y 55 en contra. Participaron  en la votación 114 parlamentarios, de un total de 116 que estaban presentes en la sala. El socialdemócrata René Alinco (PPD) y el democristiano Pablo Lorenzini, se abstuvieron.

Otros dos diputados, Esteban Valenzuela, que el año pasado se alejó del socialdemócrata Partido por la Democracia (PPD) y el democristiano Gabriel Ascencio, optaron por no ingresar a la sala al momento de la votación.

Yasna Provoste, una profesora de Educación Física de ascendencia indígena y militante del Partido Demócrata Cristiano, estará impedida de abandonar el país mientras no se conozca el pronunciamiento del Senado y, en caso de ser destituida, no podrá ejercer ningún otro cargo público por un período de cinco años.

La ministra fue acusada de "grave abandono de sus deberes" tras el descubrimiento de desórdenes administrativos en el pago de subvenciones escolares, cuyo principal responsable, el secretario ministerial de Santiago, Alejandro Traverso, renunció al cargo.

La votación en la Cámara siguió a la formalización de la acusación y a la presentación de la defensa de la ministra, a cargo del jurista, ex ministro de Justicia y ex presidente del Consejo de Defensa del Estado, Luis Bates.

La balanza favorable a la acusación se inclinó a favor de la derecha por el apoyo de cuatro diputados de una fracción del PDC, denominada como "colorines", que hace un par de meses abandonaron el partido Demócrata Cristiano tras la expulsión de su líder, el actual presidente del Senado, Adolfo Zaldívar.

La ministra Provoste, que presentó al inicio de la sesión un encendido discurso en el que subrayó que en ningún momento ha transgredido la Constitución, recibió con entereza el adverso resultado de la votación y fue saludada efusivamente por parlamentarios oficialistas.

Estos, a la vez, criticaron duramente a los "tránsfugas" que llegaron a sus cargos con votos de la Concertación y que ahora se alinean con la derecha contra la coalición que ha gobernado Chile desde 1990.

Ximena Rincón, miembro de la directiva del Partido Demócrata Cristiano, calificó de "traidores" a los cuatro parlamentarios ex miembros del partido que votaron junto a la derecha a favor de la acusación.

Según el Gobierno y la coalición oficialista, Provoste ha sido víctima de una maniobra política, sobre la base de una mayoría accidental en la Cámara de Diputados, pues a su juicio la acusación carece absolutamente de bases jurídicas.

"Aquí se impuso una mayoría circunstancial, que actúa por intereses políticos por sobre los principios jurídicos", comentó el ministro de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, quien manifestó además su esperanza de que el Senado "restituya el imperio del Derecho".