La esperada intervención de
Esperanza Aguirre en el programa 59 segundos ha aclarado enormemente el panorama político de la derecha de nuestro país. Las certidumbres son enormes:
1.- Se llama Esperanza Aguirre
2.- Es presidenta de la comunidad de Madrid
3.- Nadie sabe a que demonios ha ido hoy a la televisión
La política no es territorio para la estrategia, sino para la táctica, y la táctica de Esperanza Aguirre tras comprobar que no tiene apoyos suficientes para comprometer el liderazgo de Rajoy ha sido la de una retirada sin perder la cara al enemigo, una vuelta al bunker disparando salvas, avisando de que aún tiene munición.
No, Espe no se retira, simplemente espera una mejor ocasión. ¿Tras las elecciones vascas a lo mejor? ¿Tras las europeas? ¿En el congreso de de 2011?
De los blogs rescatamos algunas perlas de toda condición:
Para
XarroAzul, Aguirrista convencido, la lideresa estuvo sublime y ha sabido descubrir que en realidad lo que estaba haciendo Espe era presentar su candidatura:
Ha estado simplemente soberbia. Ha sabido guardar los tiempos, ha solicitado un análisis de la derrota electoral, ha dejando abierta la posible, y esperada por todos nosotros, presentación de una candidatura alternativa a la de Mariano Rajoy y lo más importante de todo: ha sido clara y no se ha escondido.
Carmen Sánchez Carazo opina exáctamente todo lo contrario, que Esperanza no ha dejado nada claro:
Esperanza Aguirre ha estado en el programa 59 Segundos, y ha dicho que "mi decisión de no presentarme no es inamovible". No ha dejado nada claro, pero ha conseguido que lo haya seguido mucha gente,
Por su parte
Manuel Saco, espantado ante la idea de una Aguirre mandando en el PP nos dice:
la sola perspectiva de que ella pudiese arrebatarle el mando a su jefe, y ser la voz autorizada del PP para toda la legislatura, despertó en mí inmediatamente un extraño y desconocido sentimiento de cariño hacia Mariano Rajoy, extraña y desagradable sensación, como descubrir de pronto que te hace reír un chiste machista de Berlusconi.