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El precio récord de la gasolina se cuela en la campaña política de EEUU

jueves 01 de mayo de 2008, 04:14h

Los aspirantes a la Casa Blanca del partido demócrata y republicano han propuesto las más diversas medidas para rebajar el precio de la gasolina en Estados Unidos, que está en niveles récord, sin que por el momento prospere el debate de reducir el consumo.

Las propuestas van desde una suspensión del impuesto federal sobre las ventas de gasolina durante el verano a la suspensión de almacenamiento en la reserva petrolera estratégica de EEUU, que cuenta actualmente con más de 700 millones de barriles.

"Todo esto es un buen ejemplo de cómo van las campañas políticas, y cuántos puros gestos de campaña existen en el proceso electoral", dijo a Efe el economista Alex Brill, del Instituto Empresarial Estadounidense (AEI, por su sigla en inglés).

El candidato presidencial republicano, el senador John McCain, de Arizona, y la aspirante a la candidatura presidencial demócrata, la senadora Hillary Clinton, de Nueva York, han propuesto que se suspenda desde fin de mayo a comienzos de septiembre el impuesto de 18,4 centavos por galón (4,86 centavos por litro) que cobra el gobierno federal.

Estados Unidos tiene el impuesto sobre las gasolinas más bajo entre los países industrializados y uno de los resultados es que también tiene el consumo más alto de gasolina per cápita en el mundo entero.

Con el agregado de impuestos estatales, el gravamen asciende a 47 centavos por galón (12,43 centavos por litro) en promedio en el país, aunque varía según los estados. Y aún así, Estados Unidos tiene la gasolina más barata que los países de Europa occidental.

En momentos en que el precio promedio de la gasolina en Estados Unidos se aproxima a los 4 dólares por galón (1,05 dólares por litro), este alivio fiscal supondría una rebaja del 5%. 

"En términos de política económica, ninguno de los dos (Clinton o McCain) cree que la suspensión del impuesto sea una solución", agregó Brill.

El senador de Illinois, Barack Obama, que compite con Clinton por la candidatura demócrata, "ha llamado esto por su nombre: un ardid de campaña electoral", señaló el experto.

Obama dijo que la única solución real, de corto plazo, es que se modere el consumo, una idea muy poco popular para los estadounidenses.

Las propuestas de McCain y Clinton se adecúan a lo que Peter Schwart, experto en energía de la Red Empresarial Global describe como la política energética real de EEUU: "Maximizar la demanda, minimizar la oferta y comprarle la diferencia a quienes más nos odian".

La suspensión temporal del impuesto, en opinión de Obama, tendrá poco efecto sobre el precio e incentivará el consumo lo cual, a su vez, inflará los precios. Brill añadió que al final del verano podría haber apuros ante el lógico acopio de gasolina antes de que se restablezca el impuesto.

La idea de suspensión del impuesto como parte de un estímulo a la desanimada economía estadounidense consiste en "que todos nos subamos al auto y nos vayamos de excursión", comentó Steve Cohen, director del Instituto de la Tierra en la Universidad Columbia, de Nueva York.

"¿Para qué vamos a preocuparnos del calentamiento global y el derrumbe de nuestras infraestructuras que se financian con lo recaudado por el impuesto federal? ¡Vamos de paseo!", añadió.

En otra muestra de bipartidismo para la confección de propuestas fáciles, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata de California, Nancy Pelosi, y 14 senadores republicanos le pidieron al presidente de EEUU, George W. Bush que suspenda el reabastecimiento de la reserva petrolera estratégica.

Brill explicó que los precios de la gasolina en Estados Unidos suben durante el verano, y seguirán subiendo, por el juego básico de la oferta y la demanda: millones de personas quieren viajar usando sus automóviles y el país tiene una capacidad de refino limitada.

"Durante el verano las refinerías operan casi al límite de su capacidad", añadió. "No podemos producir más gasolina que la que producimos, así de sencillo".

Sin soluciones de corto plazo que detengan el aumento del precio de la gasolina -ya ni soñar con que baje- "quizá se llegue en Estados Unidos a un precio razonable y estable, alto como es el de Europa", dijo Brill.

"Lo que menos uno quisiera es estimular el consumo", indicó el economista Lawrence Goldstein, de la Fundación e Investigación en Política Energética.

Y añadió que "la señal que uno debería enviar es la opuesta. Los políticos tendrían que decirle a la gente que ha llegado el momento de ahorrar".

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