Los políticos hacen su paseo por la pradera de San Isidro

Sin embargo, las fechas se notaron. Al contrario que el año pasado, que era momento de elecciones y los políticos tenían que darse su baño de masas, esta vez sólo el arco municipal cumplió con el trámite... Y tratando de hacer poco ruido. En su defensa hay que decir que la cosa tampoco estaba para fiestas. Mientras la gente se tomaba el día por su patrón, los políticos expresaban su repulsa al asesinato del Guardia Civil Juan Manuel Piñuel en Legutiano (Álava).

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fue el más madrugador. Acompañado por el vicealcalde, Manuel Cobo, acudió a primera hora de la mañana a beber agua en la Ermita del Santo y pasear por la Pradera de San Isidro. Casi no habían puesto ni las calles ni los tenderetes, y el regidor se dio un paseo hasta la Ermita del Santo para tomarse su vasito de agua. Entretanto, saludó a algunos ciudadanos que estaban de romería. Pasó a la capilla a saludar al párroco titular, donde lo recibió el Coro cantando una salve. La parroquia les regaló, tanto a Ruiz- Gallardón como a Cobo, un pequeño botijo de cerámica conmemorativo de las fiestas.

El primer edil acabó comprando cuatro rosquillas típicas de la capital en estas fechas: una tonta, una lista, una del Santo y una de Santa Clara. Tras ello, saludó a los ciudadanos con los que se cruzaba en su camino hacia el coche oficial que había de llevarlo a la plaza de Colón, para presenciar el tradicional izado de bandera. Y dejó la pradera, hasta el año que viene.

Por la parte socialista, acudieron los portavoces de la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, Maru Menéndez y David Lucas, respectivamente, acompañados de numerosos concejales. Una de chulapa el otro de traje y corbata. Ambos valoraron la celebración de la fiesta como la representación de una parte importante de la cultura madrileña en la que se hace honor a las tradiciones y costumbres de la ciudad. También hicieron balance del año de Gobierno del alcalde de Madrid y de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, valorando que se ha fallado en las políticas sociales y económicas, y se "ha dejado de lado a los ciudadanos en favor de satisfacer unos intereses y unas luchas políticas".

También acudieron al lugar algunos representantes del partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD) que celebraron la fiesta con los madrileños, uno de los lugares donde obtuvieron más votos en las pasadas elecciones. Los grandes ausentes fueron la presidenta regional, que el año pasado lució de chulapa (con los colores del PP) por toda la pradera, y los representantes de Izquierda Unida en Asamblea y Ayuntamiento, Inés Sabanés y Ángel Pérez.