Leanderización del país

Aunque el título no sea muy ecuménico, sirve para ilustrar como la jefatura chavista se ha esmerado en arruinar en 10 años instituciones erigidas a lo largo de un siglo. El camino hacia la ruina no tiene precedentes. Basta visitar como ejemplo el Parque del Este para percatarse del síndrome destructor que recorre la corriente rubicunda del régimen. La réplica de la nao Santa María, visitada por nuestros hijos y nietos, ubicada en la zona del lago del parque, fue destruida so pretexto de borrar todo vestigio del imperio opresor de la Corona. El buque no fue desmontado sino echado abajo con saña. La gente veía atónita como los camiones acarreaban los escombros como si se tratara de restos de una estructura derribada por un sismo.

El Gobierno procura demostrar, mediante una costosa campaña publicitaria, su apego a los signos patrios. Se cambió el nombre del parque, de Rómulo Betancourt, por el de Francisco de Miranda y en el lugar de la nao destruida se erigiría una réplica del buque "Leander". Nave utilizada por Miranda para irrumpir las costas venezolanas, concretamente por Ocumare de la Costa (1806). Incursión escoltada por las goletas "Bacchus y Bee". Estas últimas abatidas y sus ocupantes ejecutados. Miranda a bordo del Leander logra escapar hacia Bonaire.

El lugar de la nao destruida fue circundado por un inmenso telón lleno de textos sobre las hazañas del prócer. No podía faltar la consabida leyenda propagandística: "Proyecto Leander en construcción". ¡Qué cinismo!; desde la fecha de devastación, hace tres años, ni un listón ha sido enclavado en el sitio. La plaga y aguas retenidas ocupan el pretérito espacio del "Santa María". ¡Destruir y no construir es el lema! Nada inaudito en este régimen. El síndrome "Leander" contagia a todo el país. Veamos:

-El Gobierno acabó con la industria azucarera para sustituirla por el CAEZ que hasta ahora no ha producido ni un vástago de caña; pero sí relevantes indicios de corrupción. Igual ocurre con la ganadería y agricultura productivas: fueron arrebatadas del ámbito privado para suplantarlas por formaciones anárquicas. Resultado: ruina de este vital sector y merma en la oferta de productos cárnicos y agrícolas.

-Pdvsa se ha convertido en un descompuesto recinto proselitista proveedor de los recursos que el Presidente exige para su proyecto político. La productividad pasó a un segundo plano: de 3,5 millones de barriles diarios hace 9 años, hoy sólo se producen escasos 2,3 millones. La catástrofe de la industria es evidente.

-RCTV, televisora fundada hace 53 años, fue tomada por asalto para sustituirla por un guisote que nada tiene de comunicacional. Los equipos confiscados no han podido generar un asomo de lo que el Presidente llama "televisión con sentido social". Su audiencia apenas alcanza el 2% de los usuarios. Como si fuera poco la ley mordaza mantiene en vilo al resto de los medios privados, aún no intervenidos, que sobrevivieron a la arremetida estatal. La diversidad comunicacional apenas subsiste ante los desafueros oficiales.

-El Hospital Vargas, entonces escuela de eficiencia de docencia médica, al igual que otros hospitales públicos, está en la ruina. El presumido programa "Barrio Adentro", manejado por cubanos de dudoso profesionalismo, que pretendía sustituir toda la estructura hospitalaria instituida a lo largo de más de cien años, también está en ruina y sus módulos, en su mayoría, desmantelados.

-La Policía Técnica Judicial, antojadizamente cambiada de nombre, era una de las policías más eficientes del continente en materia de investigación criminal. Pareciera que el Gobierno se ha ensañado contra ese cuerpo y su sede, además de arruinada, ha sido desprovista de los recursos indispensables para su desempeño. Resultados: multiplicación de la impunidad y supresión de los programas de prevención del delito.

-El Metro de Caracas, ejemplo de pulcritud, eficiencia, civismo, proyectado y construido por profesionales de "la cuarta", orgullo de sus ocupantes, se ha convertido en un ambiente hostil y desagradable. Los vagones carecen de aire acondicionado y algunas estaciones son azotadas por la delincuencia. Tal vez los "socialistas" consideren este medio de transporte como aristocrático. 

La "leanderización" no solo ha invadido la infraestructura del país: escuelas, Cantv, Hidrocapital, vialidad urbana y rural, también lo ha hecho con la psiquis de las familias, sobre todo las más humildes, que sienten como se deteriora su condición de vida.
 
Nota aparte. Leander: voz inglesa, era el nombre del hijo de Miranda. William Smith: reclutador de 200 delincuentes sin oficio, ninguno de habla hispana, para emprender la misión de Miranda. Thomas Lewis: capitán del barco. Thomas Jefferson y James Madison: Presidente de Estados Unidos el primero y Secretario de Estado el segundo, en conversación directa con Miranda, financiaron el proyecto de invasión. Bee y Bacchus: goletas que escoltaron la misión. ¿Se revisará la historia para indagar por qué no se avistan nombres como Yaurepare, Parmaracuri, Chicuramay, Guyuverua, Pamacati, ni similares en este paquete? ¿También van acusar a Miranda de traidor a la patria por utilizar nombres y recursos del imperio para su misión?

Miguel Bahachille
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