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Los mercados niegan que vayan a faltar alimentos

Los camioneros y el fantasma del desabastecimiento colapsan Madrid

lunes 09 de junio de 2008, 19:39h
Huelga de transportistas, acopio de víveres y lluvia. Madrid registró este lunes la combinación ideal para que sus carreteras presentasen un atasco perpétuo que se prolongó durante todo el día, convirtiendo en una pesadilla la circulación por la Comunidad.
Un total de 12.406 empresas de transporte de mercancías en la Comunidad estaban llamadas a la huelga indefinida por la subida del carburante y la falta de medidas por parte del Gobierno central para afrontar la situación. Según el secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER) en Madrid, Juan José Gil, más de 28.300 vehículos pesados y alrededor de 13.300 vehículos ligeros se vieron afectados y el seguimiento fue prácticamente del 100%. Las patronales de los pequeños empresarios no secundaron el paro por no considerarlo una solución.

Bajo el fantasma del desabastecimiento, miles de camioneros ralentizaron su marcha en las entradas y circunvalaciones de la región. Al mismo tiempo, los madrileños se lanzaron a la carretera para hacer acopio de productos básicos y de combustible, lo que terminó por provocar la saturación de la red de transporte por carretera.

Atascos y corte de la A-1
La protesta de los profesionales del volante, cuyo inicio se adelantó al domingo, comenzó a tener incidencia a partir de las 7 horas de la mañana. Al llegar la hora punta, sobre las 8 de la mañana, todas las carreteras nacionales de acceso a Madrid y la M-40 registraban circulación muy densa y retenciones que alcanzaron los 20 kilómetros de longitud.

La zona más afectada fue el acceso a Mercamadrid por la M-40, donde miembros de los antidisturbios de la Policía Nacional sobre las 5.00 horas impidieron la actuación de un piquete que trataba de cortar la llegada al centro de distribución. A pesar de este incidente, un portavoz de Mercamadrid aseguró que el centro desarrolló su actividad a lo largo del día "con total normalidad".

Los problemas se repitieron durante todo el día y con especial incidencia durante la tarde. La A-4 sufrió más de cuatro kilómetros de retenciones en Pinto y Valdemoro en ambos sentidos, pero la palma se la llevó la A-1, donde los camioneros llegaron a cortar la vía en sentido entrada.

Los conductores detuvieron la marcha y se plantaron frente a la Policía, lo que provocó momentos de alta tensión. Detrás de ellos, una fila de un kilómetro de camiones taponó la carretera a la altura de Alcobendas provocando el embotellamiento de miles de usuarios. La Dirección General de Tráfico recomendó a través de los medios de comunicación evitar esa vía por todos los medios, si bien la propia DGT no informó en su página web o teléfonos de asistencia del corte de la carretera.

Colas en gasolineras y supermercados
Además del colapso circulatorio, la huelga provocó una psicosis injustificada de falta de abastecimiento lo que conllevó un acopio de productos por parte de los consumidores madrileños. A pesar de que el presidente de la Cámara de Comercio, Salvador Santos Campano, la central Mercamadrid y los supermercados Eroski y Mercadona descartaron el desabastecimiento, el miedo a la falta de bienes básicos hizo que mercados y gasolineras se llenaran a rebosar. Además, las asociaciones de

El presidente de la patronal de los empresarios de las gasolineras de Madrid, Antonio Onieva, afirmó a primera hora de la tarde que el 15 por ciento de las gasolineras de la región sufría falta de combustible a  consecuencia del paro de los transportistas, elevando ese porcentaje hasta el 30% al final del día. Ahora bien, aclaró que los problemas se debían a que los consumidores se habían lanzado a llenar sus depósitos durante el fin de semana a modo de previsión, pero no a la falta de suministro.

Mercamadrid El vicepresidente de la Unión de Consumidores de España (UCE), Jose Ángel Oliván, afirmó en cambio que "no es de recibo" que los transportistas creen alarmismo. "Lo normal es que no haya problemas durante bastante tiempo" y ha añadido que "estamos acostumbrados a conflictos aparentemente apocalípticos que se deshacen como azucarillos". Los mayoristas en cambio, entre ellos los del pescado, auguraron problemas para conseguir pescado fresco si continúa el conflicto.

La presidenta de Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI), Agustina Laguna, señaló que el Gobierno tiene los mecanismos necesarios para evitar un posible desabastecimiento. El portavoz de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Antonio Alonso, aconsejó, sin embargo, llenar el depósito de gasolina, aunque pidió mantener la calma hasta ver cómo evoluciona la situación.
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