En declaraciones a RNE, Rajoy dijo que ambos han "quedado" en que hablarían "antes del verano". Sin embargo, tras recordar que el cambio de estación llegará el próximo sábado y después de apuntar que "en estos días con todos los líos no parece muy razonable" que tenga lugar ese encuentro, precisó que "el verano a efectos de política" se refiere a agosto, cuando "la gente coge vacaciones".
De esta manera, indicó que el primer encuentro de esta legislatura entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición podría ser en julio. "Supongo que sí", dijo.
En esta reunión, explicó, tiene previsto abordar "tres o cuatro asuntos que están sobre la mesa" y que ya planteó en el debate de investidura, "prácticamente el único debate de altura que ha habido en esta legislatura", dijo, y sobre los que expresó su "voluntad de llegar a un entendimiento".

En concreto, indicó que quiere hablar del tema del terrorismo y aseguró que si el Gobierno "cambia de política antiterrorista" tendrá su apoyo. Asimismo, abordará la cuestión de las pensiones, porque "después de lo que ha dicho el Banco de España" sobre el sistema actual "hay que sentarse y hay que trabajar tranquilamente".
En el marco de la política exterior, recordó que España asumirá la Presidencia de turno de la Unión Europea en 2010 y apuntó que sería "razonable" que Gobierno y oposición lo hicieran "de acuerdo".
Finalmente, en lo que se refiere a la justicia, Rajoy explicó que lo que le importa no es la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC), aunque es "importante", sino que "la justicia funcione".
"Cuando el CGPJ reconoce que hay más de 200.000 sentencias en el ámbito de lo penal que no han sido ejecutadas es una cosa verdaderamente terrible", señaló, tras recordar el caso de la niña Mariluz Cortés, que falleció "porque la Administración de justicia funcionaba mal", porque "el asesino que la mató tenía que estar en la cárcel".