La Delegación del Gobierno aseguró que ningún subsahariano consiguió acceder a suelo español, al contrario que ocurrió la pasada madrugada, en la que admitió que 6 'sin papeles' habían ingresado en el Centro de Estancia Temporal.
Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil, así como las fuerzas policiales marroquíes en el otro lado de la frontera, estaban advertidas de que podrían repetirse avalanchas como la que se registró este domingo a las 4.30 horas de la madrugada, cuando 70 inmigrantes intentaron acceder de forma violenta a la ciudad española del Norte de África.
De este modo los policías de los dos lados del principal puesto fronterizo repelieron este intento de penetración ilegal a territorio español, cuando muchos melillenses regresaban a casa después de pasar el día en las playas marroquíes.
No obstante, se vivieron momentos de mucha tensión en la cola, sobre todo entre algunos niños, que comenzaron a llorar al ver a los subsaharianos saltar sobre sus coches y los agentes de policías enfrentándose a éstos con material andisturbios.
Refuerzan la vigilancia en la aduana de Melilla
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han reforzado la vigilancia en el principal puesto fronterizo que separa Melilla de Marruecos después de que se produjeran dos avalanchas de subsaharianos en menos de 24 horas.
Según informaron hoy fuentes policiales agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil "han tenido que doblar turnos para hacer frente a las necesidades de la aduana de Beni-Enzar", con el fin de repeler entradas de grupos numerosos, "a la carrera, por la fuerza y con violencia" de los inmigrantes.
El lugar escogido para intentar penetrar irregularmente a territorio español "es novedoso" porque no ha sido hasta este fin de semana cuando los subsaharianos han escogido un paso fronterizo, por donde cruzan a diario 30.000 personas y 6.000 vehículos, para acceder a la Ciudad Autónoma.
Después de que la doble valla se convirtiera en prácticamente infranqueable, al elevarse la altura de tres a seis metros y la construcción de un entramado de cables en la zona intermedia denominada sirga tridimensional, se abortaron las avalanchas similares a las que se produjeron desde agosto a octubre de 2005 --doce subsaharianos perdieron la vida en esos intentos-- y el último intento de salta se remonta a la Nochebuena de 2006.
Hasta este fin de semana los indocumentados sólo tenían la opción de ir ocultos en dobles fondos de vehículo o cruzar a nado la distancia de un kilómetro que separa el puerto de Beni-Enzar del Dique Sur de Melilla, pero durante las 04.30 horas del domingo y sobre la medianoche de esa misma jornada, decenas de inmigrantes han intentando colarse en Melilla a la carrera y por la fuerza, en masa, para sorprender los efectivos policiales marroquíes y españoles que vigilan la aduana con el reino alauí.
El número que ha logrado su propósito varía porque Marruecos habla de 28 detenidos y la Delegación del Gobierno de seis ingresados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, por lo que continúan las labores de búsqueda de aquellos que pudieran haber entrado a Melilla, para su identificación y apertura del expediente de expulsión.