El poder está en catorce calles

Mariano Rajoy, en plena bronca con sus correligionarios, dijo una verdad como un templo: “No se puede confundir 25 personas de Madrid con toda España”.

A NOSA TERRA es una publicación vinculada al nacionalismo gallego. Mejora de semana en semana, y trae artículos y trabajos muy interesantes.

En el de la semana pasada aparecía una entrevista con Ignasi Riera, autor de un libro titulado OTRA IDEA DE CATALUNYA. Ignasi Riera es un periodista, escritor y veterano político catalán que fue Consejero y diputado en el Parlamento en representación de Iniciativa per Catalunya.

La entrevista está muy bien y de ella entresaco la opinión que le merece la megalópolis de Madrid. A su manera, abundaba en el concepto del gallego Rajoy.

“Madrid vivió durante muchos años envidiando a Barcelona. Ya lo decía Josep Pla en tiempos de la República. La capital española fue creada artificialmente y se sostuvo amparada por la corona y el ejército. Barcelona sin embargo crecía en función de sus propios medios. Sus monumentos están dedicados a la industria y no al oro americano. Y ya en la postguerra, las editoriales más prestigiosas estaban en la capital catalana pues su ideario artístico y político era más avanzado que el madrileño. El acto más famoso del 68 madrileño fue el recital de un cantautor como Raimon.

Pero ésta situación varía con la llegada del PP de Gallardón y Aguirre al poder. Quieren convertir Madrid en una referencia y por añadidura, recuperar la identificación entre Madrid y España. Esta recentralización se nota mucho en la comunicación aérea. Barajas es la única puerta de entrada y salida para los extranjeros, cuando en otros países, como en Italia, existe tanto tráfico en el aeropuerto de Milán como en el de Roma.

Y es que todo el poder de España se concentra en catorce calles de Madrid llegándose al hecho de que lo que no pasa en Madrid, en la práctica, no sucede. Y la boda del príncipe Felipe fue una comunión entre la monarquía, la Iglesia (en esa horrorosa catedral La Almudena) y la ciudad de Madrid. Incluso los Juegos Olímpicos, que se quieren organizar en la ciudad, no se contentan con menos que decir que son de “todos los españoles”. Esta obsesión por controlar y tener controlada la unidad de España va a acabar por crear un gran cansancio. Porque ya hasta los andaluces empiezan a estar hartos de la arrogancia madrileña.

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Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Ignasi Riera. Es más. Creo se queda corto. Las Ferias, los museos, la industria, los ministerios, las embajadas, el alto funcionariado, el ejército, y hasta la Marina están en Madrid y para colmo el PP está juramentado en convertir Madrid en la megalópolis del sur de Europa, una ciudad-estado de diez millones de habitantes, mientras desertizan las dos Castillas, y estos callan. ¡Vaya patriotas!

Pues nada. Como dice Rajoy, no se puede confundir 25 personas de Madrid con toda España. Sin embargo, los que mandan en esas catorce calles no están dispuestas a bajarse del burro.