El diputado
Daniel Font, adscrito a los catalanistas de
Nou Cicle, augura que no saldrá nadie “
haciendo el indio”. Ante este panorama, ¿qué puede ser la cuestión más controvertida del congreso? El secretario de Organización,
José Zaragoza, apunta que habrá “
poca discusión orgánica, pero mucha de política” porque las resoluciones que se aprueben repercutirán en la acción de Gobierno. Algunas de estas resoluciones pueden enfrentar el PSC con el resto de fuerzas políticas, incluyendo sus socios de tripartito. Así, los socialistas defenderán la línea eléctrica de muy alta tensión (MAT) en Francia, la interconexión de las cuencas fluviales, el Cuarto Cinturón o la energía nuclear, aspectos con los que topan con ERC y IC, pero también medidas de laicidad, el derecho de voto para los inmigrantes en las municipales o la reedición del área metropolitana de Barcelona, a las que se oponen CIU y el PP.
El momento idóneo El PSC llega a su undécimo congreso en un momento idóneo: justo tras el cónclave del PSOE, del cual los socialistas catalanes no han salido trasquilados como tantas veces, sino con una cierta satisfacción, y después de que
José Montilla exhiba una actitud de firmeza ante el Gobierno de
José Luis Rodríguez Zapatero, hasta el punto que los representantes de la Generalitat han aplazado las reuniones de la Comisión Mixta de Transferencias y de la Bilateral con el Estado en disconformidad con la marcha de las negociaciones. Incluso, el consejero
Antoni Castells ha presentado unas balanzas fiscales, justo una semana antes de que el ministro
Pedro Solbes haya hecho públicas las suyas. Montilla marca el paso al Gobierno central, si bien deberá traducir en resultados su iniciativa y no será sencillo.

Contrariamente a los congresos de los republicanos y de los populares, la tensión de este cónclave no estará en los nombres, sino en la materia, en las resoluciones aprobadas. La confección de la nueva ejecutiva ha generado presiones por parte de varios sectores, pero nadie está dispuesto a hacer un casus belli, aun cuando se debe decidir el sustituto de
Pasqual Maragall, que hace algunos meses abandonó la militancia, como nuevo presidente.
Según fuentes del partido, sólo se nombrará presidente si hay consenso, porque, de lo contrario, se dejará el puesto vacante, como pasa ahora. Zaragoza lo dice así de claro: «
Podemos nombrar un presidente o no nombrarlo». En todo caso, como posibles candidatos, han sonado nombres como los del eurodiputado
Raimon Obiols, que ya había sido presidente, o el del senador
Isidre Molas; pero, si alguien tiene verdaderas posibilidades, es una mujer y, más concretamente,
Manuela de Madre.
La decisión sobre el presidente no se tomará hasta última hora, ya bien entrado el congreso, esto en caso de que se decida nombrarlo. habrá nuevas caras a la ejecutiva; pero, al contrario que en otros cónclaves socialistas, el debate sobre los nombres levanta pocas pasiones. El diputado Daniel Font precisa que los socialistas son “
una piña”, que se encuentran “
en un momento de gran cohesión, y esto se hará visible” en el congreso, que espera que muestre “l
a pluralidad del partido, pero también la capacitad de ir todos a una” con José Montilla como líder.
Nou Cicle, fundado por antiguos obiolistas, que, según la prensa, representa las sensibilidades más catalanistas del partido, apoya totalmente a Montilla, que asiste a sus encuentros, como el de cada mes de agosto en Vilopriu. Font destaca que hay conexión total con Montilla, que “
da el do de pecho, defiende lo que debe defender, hasta el punto de sorprender a la oposición” y al mismo PSOE.
Del congreso de los socialistas catalanes tampoco se espera que salgan grandes reproches PSOE, por más que en los últimos días se hayan suspendido las reuniones de la Comisión Mixta de Transferencias y de la Bilateral con el Estado ante la incapacitad de legar a un acuerdo, y que las bases de la nueva financiación propuestas por Solbes no hayan sido bien recibidas por Castills y Montilla.
También se discutirá en torno al polémico grupo parlamentario propio del PSC en Madrid, si bien una enmienda transaccional prevé que se dará manos libres a la dirección del PSC por hacer en cada momento el que considere más oportuno.

En el anterior congreso de 2004, el PSC decidió continuar en el grupo del PSOE hasta que fuera
“conveniente” en Cataluña y ahora reiterará esta posición. José Zaragoza insiste que no es el momento de plantearse un grupo propio, básicamente por dos motivos: los socialistas catalanes tienen más poder de influencia si son dentro del PSOE y, segundo, supondría un fraude a los electores, puesto que esta propuesta no figuraba en el programa electoral.
Aunque el consejero Antoni Castells, en la órbita de Nou Cicle, continúe planteando la necesidad que el PSC tenga una voz propia en Madrid, Antoni Font, miembro del mismo foro socialista, considera que esta cuestión se ha convertido en “
un debate estético, que ahora no tiene ningún sentido”. El diputado precisa que no se están
“autolimitando”, sino que un grupo propio dependerá de las
“necesidades”.
Dos enmiendas proponían que se rechazara explícitamente el grupo parlamentario. La más contundente, formulada en castellano, es obra de un centro de estudios socialista con sede en Sant Boi de Llobregat.
Clausurará el Congreso el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. Su intervención será seguida con especial interés en relación a los temas más candentes: crisis económica, nueva financiación, transferencias y posibles acuerdos del PSOE con CIU en Madrid.