lunes 21 de julio de 2008, 13:02h
Los dirigentes del Partido Popular insisten en la necesidad de llevar a cabo una política de austeridad de las administraciones públicas para salir de la crisis pero, cuando se les pide concreción en torno a las medidas a adoptar en esa materia, todo son inconcreciones y los responsables económicos reconocen su incapacidad de efectuar dicha concrecion, sobre todo porque apenas hay margen de maniobra.
En el capítulo 1 de los Presupuestos del Estado, el de las retribuciones a los empleados públicos,existe un acuerdo entre los sindicatos y el Ministerio de Administraciones Públicas que impide cualquier maniobra restrictiva. En el capítulo 2, el referido a los gastos corrientes,es donde mas se puede recortar pero el margen es escaso, mientras que en lo referido a las inversiones públicas se recuerda que muchos de los proyectos ya están comprometidos mediante el llamado "sistema alemán" de financiación, un sistema, por cierto, que puso en marcha el vicepresidente económico en la época de Aznar, Rodrigo Rato. Dicho sistema consiste, en síntesis, en diferir los pagos hasta la conclusión de la obra.
Esos mismos responsables reconocen que es muy dificil compaginar la austeridad en el gasto con una política de reducción de ingresos mediante la bajada de impuestos. Sobre todo después de que el PP proponga una reducción del 20% en el Impuesto de Sociedades y un incremento de las desgravaciones por vivienda en el IRPF para ayudar a las familias a pagar las hipotecas castigadas por la subida de los tipos de interés.