Otro mal trago para el vino, que no gana para sustos

    Tal y como informa este martes El País, la construcción de una autovía planteada por Fomento con el visto bueno de Medio Ambiente "pasa por encima de 60 hectáreas" de las bodegas de la Ribera del Duero Vega Sicilia y Abadía Retuerta.

   El proyecto de la autovía (A-11. Autovía del Duero) consiste en un corredor de 70 kilómetros que conectaría al municipio castellanoleonés de Aranda de Duero con Valladolid mediante un desdoblamiento de la actual N-112, es decir, una carretera paralela a la nacional, explica el periódico de Prisa.

   Todo son malas noticias pues para el mundo vinícola. De todos modos, este mismo martes comienza una ronda de encuentros entre la ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, y agricultores y bodegas de vino, preocupados por el trato que recibirá el vino en la futura Ley de prevención del consumo de bebidas alcohólicas por menores.

   Por el momento, Salgado ha convocado a la Asociación Empresarial de Bodegas de Vinos de España (Avimes) y a la patronal agraria Asaja, y celebrará un encuentro con la Federación Española del Vino (FEV) el próximo miércoles. Las organizaciones agrarias UPA y COAG no han sido convocadas todavía, pero confían en reunirse con la ministra esta misma semana.

   Tanto UPA como COAG expresaron su desconcierto con el Departamento y con parte del sector vitivinícola por no celebrar una convocatoria conjunta para escuchar de una sola voz las alegaciones de todos los sectores del vino afectados por la iniciativa de Sanidad.

   Un portavoz de organización que lidera Lorenzo Ramos expresó su "indignación" por lo que consideró una estrategia de división a través de reuniones bilaterales, mientras que desde COAG consideraron que Salgado debería haber convocado a la misma reunión a todos los representantes del vino.

   El sector anunció de forma conjunta la semana pasada su intención de impugnar la futura ley Antialcohol si sale adelante en los términos actuales, al considerar que colisiona con la Ley de la Viña y el Vino, que vincula este alimento a la dieta mediterránea, y con las normativas autonómicas.

   Los productores y comercializadores de vino están preocupados por los efectos negativos que tendría la aplicación de la norma y exigen al Gobierno que excluya el vino de la futura ley, a la que acusan de entrometerse en la libertad de los adultos, limitar innecesariamente la promoción y publicidad y restringir el uso de marcas.

   El manifiesto que suscribieron resalta que el cultivo del vino está integrado en el medio natural, contribuye a la vertebración del campo, está reconocido como alimento en la Ley de la Viña y el Vino, ligado contribuye a una vida saludable como elemento de la dieta mediterránea si se consume adecuadamente y con moderación.

   Por su parte, la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, augura un largo trabajo para definir el tratamiento al vino en la futura ley y hace un llamamiento a la tranquilidad del sector, al tiempo que insiste en la importancia del diálogo con Sanidad y las comunidades autónomas para articular  una norma que evite el consumo de vino por parte de los menores.