Larraín no separa la política partidaria de la política de Estado
viernes 29 de agosto de 2008, 19:12h
“Yo no quiero ser útil al gobierno de la Concertación”, afirmó el presidente del partido de derecha Renovación Nacional, Carlos Larraín.
La exclamación del jefe del partido opositor fue la respuesta a una invitación que le extendió la presidenta de la República, Michelle Bachelet, para viajar a Estados Unidos, a la próxima Asamblea General, de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La política internacional de Chile es un asunto de Estado y no de un gobierno o de un partido. Por ello, es habitual que los jefes de Estado, cuando viajan a reuniones como las de la ONU, invitan a los líderes de todos los partidos políticos, de gobierno y de oposición.
Y es justamente a eso a lo que se negó Larraín. Dijo que “el Ejecutivo exhibe un cierto doble estándar: para algunas cosas somos útiles para el decorado y para otras, para ser azotados”.
La ira de Larraín contra el Gobierno se basa en que los senadores de la Concertación no aprobaron la designación del juez Alfredo Pfeiffer como integrante de la Corte Suprema. Pfeiffer es un connotado defensor de aplicar la amnistía a los delitos contra los derechos humanos.
En la misma línea de Larraín, el presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma, explicó respecto a la invitación de La Moneda que “en estas cosas uno tiene que priorizar y, en esa lógica, siendo este un período electoral, obviamente (el viaje) lo veo muy complejo”.
La Asamblea General de la ONU se inaugura el 23 de septiembre, y en Chile las elecciones municipales tendrán lugar el domingo 26 de octubre.