Esta propuesta recoge parte de lo sustancial que PSE, PNV y la propia Batasuna habían negociado durante los meses de alto el fuego, cuando buscaban un preacuerdo político que pudiese abrir la mesa de partidos políticos y así activar el llamado carril político que incluía la propuesta de Anoeta. Aquellas conversaciones resultaron infructuosas porque la izquierda abertzale quería incluir un órgano de cooperación entre la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra que tuviera capacidad legislativa, algo que no asumían ni socialistas ni PNV al considerarlo una imposición previa.
Jamás en la historia había presentado una propuesta que considerase al País Vasco una autonomía dentro del Estado español y, además, lo supedita a que la ciudadanía lo ratifique previamente, algo que, a la vista de los resultados electorales registrados hasta la fecha, sería improbable en el caso de Navarra, donde la derecha gobernante rehúye cualquier tipo de cooperación den Vitoria.
Otegi ha apremiado al resto de partidos a que den su opinión y que, en su caso, hagan sus propias propuestas para desbloquear la situación, antes de que se complique aún más debido a casos como el del preso Iñaki de Juana Chaos o a algunas decisiones judiciales pendientes.
Hace dos semanas, Batasuna realizó una propuesta semejante a Francia, con el objetivo de lograr una autonomía política, ahora inexistente, que incluyese a los tres territorios vascos bajo administración gala. Según la izquierda abertzale, esto no supone renunciar a la independencia, sino partir de una realidad actual que no es propicia a ese proyecto político.