El huracán Ike deja 47 muertos en Haití y unos 800.000 evacuados en Cuba, adonde impactará el domingo en la noche y ya castiga el oriente con lluvias e inundaciones, tras azotar Bahamas en su ruta al Golfo de México y las costas de Estados Unidos.
Con vientos de 195 km/hora, Ike posee categoría tres en la escala Saffir-Simpson (de cinco), está a 100 km al norte de Guantánamo, extremo de Cuba, avanza por el sur de Bahamas y llegará en la noche del domingo a la costa nororiental, dijo a las 00H00 GMT del lunes el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
Ike causó lluvias e inundaciones que mataron a 47 personas, según la primer ministro Michèle Pierre-Louis, sólo en la localidad de Cabaret, cerca de Puerto Príncipe, capital del empobrecido Haití, donde más de 600 murieron en total con el reciente paso de los ciclones Hanna, Gustav y Fay.
"Lo que pasó aquí es inimaginable", contó el diputado Pierre-Gérome Valciné, diputado de esa localidad, quien señaló numerosas casas están destruidas por la crecida de dos ríos.
El ojo de Ike chocará en Cuba por el norte de la oriental provincia de Holguín, pero ya golpea con olas gigantescas de hasta 7 metros e inundaciones a Baracoa, Guantánamo, donde dañó unas 1.000 casas, 200 de ellas destruidas.
Once de las 14 provincias de Cuba están en "alarma ciclónica": Guantánamo, Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas y Camagüey, en el oriente; las centrales Ciego de Avila, Villa Clara, Sancti Spiritus y Cienfuegos, y la occidental Matanzas; en tanto que La Habana y Ciudad de La Habana (oeste) están en "alerta".
Ike podría afectar los cayos de Florida rumbo al Golfo de México -donde Estados Unidos produce más del 26% de su petróleo- y Luisiana, según los pronósticos.
En el archipiélago de Bahamas, Ike arrasó los techos de muchas viviendas, árboles y postes eléctricos; y en República Dominicana inundó amplias zonas, aunque no se reportan víctimas, tras la evacuación de más de 44.000 personas.
En Cuba las evacuaciones superan los 830.000: Unas 225.000 en Camagüey, 150.000 en Santiago de Cuba, 120.000 en Matanzas, 108.000 en Holguín, 92.000 en Villa Clara, 44.000 en Cienfuegos, unos 60.000 en Guantánamo y 34.000 en Las Tunas, según reportes locales.
Más de 13.000 turistas, de ellos 10.000 extranjeros, fueron evacuados de Varadero, principal polo turístico de Cuba, en Matanzas, a 130 km al este de La Habana.
"Es un peligro para todo el país, está próximo a tocar tierra", advirtió el meteorólogo José Rubiera.
En Ciudad de La Habana, de 2,2 millones de habitantes, se teme por los cientos de viejos edificios y viviendas del casco histórico -Patrimonio de la Humanidad-.
Los cubanos se abastecieron todo el domingo de alimentos, agua, combustible y velas. "Tenemos la orientación de trabajar todo el día para que la gente saque sus productos", dijo un empleado de una tienda de víveres en Sancti Spíritus.
"Esto está horrible, las olas pasan por encima de edificios de cinco plantas, ya hay destrucción en casas", dijo a la AFP por teléfono un habitante de Baracoa.
Desde Holguín, el vicepresidente José Ramón Machado pidió cumplir "con organización y rapidez las medidas de evacuación" y tomar todas las medidas para "evitar la pérdida de vidas". Todo el ciclo lectivo quedó suspendido.
"Toda la nación ahora está a lo que en guerra se llama alarma de combate", dijo el líder Fidel Castro, alejado del poder por enfermedad, en un artículo divulgado en los medios locales.
Ike está a punto de golpear a Cuba una semana después de que el huracán Gustav la cruzó por el oeste con potentes vientos de 240 km/h (categoría 4) y rachas de hasta 340 km/h, sin dejar muertos pero sí miles sin techo en Pinar del Río y la Isla de la Juventud.
Gustav, que la semana pasada provocó un centenar de muertos a su paso por el Caribe y Estados Unidos, dañó en Cuba 140.000 casas, 600 escuelas, arrasó cultivos y derribó torres de energía, de lo cual los cubanos apenas tratan de recuperarse con ayuda nacional e internacional.
Un día después de que Cuba urgiera a Washington aliviar las restricciones comerciales tras el paso de Gustav, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, respondió desde Marruecos: "No creo que, en el contexto que vemos actualmente, el levantamiento del embargo sea una medida acertada".
En tanto, la tormenta tropical Hanna se desplazó por la costa del este de Estados Unidos, con poderosos vientos y fuertes aguaceros.