Los taxistas de Madrid y Barcelona meditan parar la huelga o al menos rebajar la intensidad como gesto negociador

Después de dos días de acampada en el paseo de la Castellana -y de alguno más de huelga-, los taxistas de Madrid enfilan el final de su lucha. Esto al menos es lo que cree Peseto Loco, mote que se esconde detrás del portavoz de la Plataforma Caracol, Nacho Castillo, que fue quien inició los paros en Atocha y Barajas a través de Whatsapp el pasado viernes. En una conversación con Madridiario.es, explica que él no decide "por nadie" pero que sí transmitirá este miércoles a sus compañeros sus sensaciones: que Fomento les ha escuchado y ha cedido, por lo que toca aflojar.

Los taxistas decidieron acampar ayer para seguir manteniendo la presión, pero, tal y como afirma Castillo, las conversaciones con la cartera dirigida por José Luis Ábalos han sido fluidas y efectivas. "Nos llevan engañando nueve años y el taxista no se fía, pero a día de hoy no nos pueden dar más de lo acordado", afirma. En este punto, más allá de las propuestas concretas, en el sector ha gustado mucho un gesto que cuenta Peseto a este digital: en la reunión, el secretario de Estado de Transporte, Vivienda e Infraestructura, Pedro Saura, reconoció la "injusticia" que vive el sector.

Así las cosas, el segundo punto que ve fundamental Castillo es pedir perdón a los ciudadanos. Peseto muestra especial énfasis en la empatía de los mismos, a quien se esfuerza en hacer ver su problema. "Hay una ley ratificada por el Supremo que no se cumple. Había que dar un paso más o morir, y nosotros decidimos dar ese paso. Cuando un sector de 100.000 autónomos se pone en huelga no es por cabreo, es por supervivencia", concluye.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, apelaba ayer a la "conciencia cívica" y a la "responsabilidad" de los taxistas para que pongan fin a la huelga que ha dejado sin este servicio a las principales ciudades españolas. No obstante, las asambleas de taxistas de Madrid y Barcelona votaron ayer continuar con los paros al menos hasta hoy porque consideran que las medidas anunciadas por Fomento no garantizan el cumplimiento de la ley que marca una licencia de VTC por cada 30 de taxi.

En Barcelona, donde comenzó la huelga y las protestas, los taxistas también meditan acabar con la huelga como gesto negociador. La alcaldesa de la capital, Ada Colau, ha pedido esta actitud al colectivo de taxistas para poder avanzar ante la nueva realidad.