LA SOLEDAD DEL MINISTRO DE INDUSTRIA
Estuvo sorprendente Joan Clos, anoche, en el madrileño Club Siglo XXI. El sucesor de Montilla al frente de las grandes estrategias industriales del país es uno de los ministros con menos imagen del actual Gobierno y para muchos pasa por ser un burócrata de partido sin punch político. A la hora de iniciar la conferencia en el emblemático club, muchos nervios de los organizadores y apenas treinta personas en el salón. Estaban, eso sí, Taguas y algunos otros miembros de la Oficina Económica del Presidente, pero poca nomenclatura política del PSOE y clamorosa ausencia de grandes empresarios de los distintos sectores industriales. ¿Será cierto, como ha llegado a este Off The Record, que en el Ministerio se olvidaron de cursar las invitaciones para la conferencia y que no salieron hasta el miércoles? Sin embargo, hubo coincidencia entre los asistentes, incluso de los más adversos ideológicamente, en reconocer que pronunció una conferencia interesante y de calidad.
CAUTELA ANTE LAS RENOVABLES
En la posterior cena-coloquio, Clos demostró que se tiene bien estudiado, en extensión y profundidad, el tema crítico de la energía. El antiguo alcalde de Barcelona es didáctico en la exposición, moderado en las formas y hábil en los argumentos, con un punto de humor poco frecuente en los políticos en tiempo electoral, y que sin duda le beneficia. Quedó claro que no es un fan de las fotovoltaicas, que conoce las posibilidades y también los límites de las renovables, y que está convencido de que, hoy por hoy y en el horizonte próximo, el precio de la energía lo marca el petróleo. Supo explicar fenómenos elocuentes, como que, por primera vez, aunque baja el consumo en Estados Unidos, no baja el precio del petróleo, porque sube exponencialmente el consumo en China e India.
EL AUTOMÓVIL TIENE LA LLAVE
Está convencido de que la actuación debe hacerse en ese gran devorador de petróleo que es el automóvil y que la industria del automóvil no quiere, de ninguna manera, desarrollar seriamente una alternativa al petróleo. No eludió las fuertes limitaciones de la energía eólica, aunque confía en que una red integrada europea de distribución eléctrica permitiría hacer estadísticamente estable la producción de energía eólica. No lo dijo, pero dejó claro que un nuevo gobierno socialista después de marzo no cerraría las centrales nucleares activas en España y no se cerraría a estudiar a fondo el tema de la energía nuclear.
Detalle curioso para un coloquio con el titular de Industria es que nadie se interesó por las posibilidades de la industria de compensar la esperada pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo en el sector de construcción e inmobiliario. Ni tampoco hubo preguntas sobre las turbulencias e inquietudes en el sector textil. El Ministerio se llama de Industria, Comercio y Tecnología, pero se ve que la energía puede con todo.
ROUCO PRESIDIRÁ LA CONFERENCIA EPISCOPAL
Fuentes de la propia Conferencia Episcopal aseguran a este Off The Record que el cardenal Rouco tiene ya expresamente comprometidos catorce votos, entre ellos todos los de sus pares, para ser elegido, en la primera votación, nuevo presidente del máximo órgano de gobierno de la Iglesia española. Tras las señales muy claras y explícitas llegadas de Roma, no se descarta que finalmente se produzca la unanimidad en torno a Rouco, incluso con el voto del actual presidente monseñor Blázquez. Cañizares, el cardenal de Toledo, la persona de mayor confianza del Papa en España, es un activo impulsor de la elección del cardenal Rouco.
EL DESARROLLO DEL “EFECTO PIZARRO”…
Un alto dirigente de Génova transmite a este Off The Record su pronóstico de que el “efecto Pizarro” será tanto más fuerte en la medida en que la opinión pública pase de la probabilidad a la certeza de la crisis económica. Y añade que, con la Bolsa en caída libre, sin que pueda despejarse la temible posibilidad de que Estados Unidos entre en recesión, con las expectativas de crecimiento de España cada día más recortadas, con indicios serios de algo más que turbulencias financieras, principalmente en las Cajas, con agravadas expectativas de pérdida de empleos, sin perspectivas de crecimiento industrial a corto plazo, con serias dificultades de financiación para las empresas y acusado endeudamiento de las familias, cualquier sobresalto que se produjera en las próximas semanas sería letal para el PSOE en las urnas del 9 de marzo. En ambientes financieros se piensa que ahora, instalado el “efecto Pizarro” en el corazón de la contienda electoral, el siguiente paso de Rajoy consistirá en “desplegar” ante el electorado todo un equipo de élite con credibilidad para sacar la gestión de la política económica del “pasotismo” de los últimos años. Trataría de demostrar que hay, en el puente de mando, un equipo capaz de sortear con éxito el huracán de la crisis económica. Pero en Ferraz no están cruzados de brazos. Las baterías contra el combativo ex presidente de Endesa han sido desplegadas y pronto abrirán fuego.
…Y LA RESACA DEL DUELO AGUIRRE – GALLARDÓN
¿Dejará Ruiz-Gallardón la alcaldía de Madrid después de las elecciones generales? Fuentes muy próximas al polémico dirigente popular dicen a este Off The Record que no, que eso fue un “calentón” del momento, pero que ya está digerido, aunque en las últimas horas haya apurado las gotas más amargas, a medida que se va sabiendo que no hubo “órdago” en sentido estricto de Esperanza Aguirre y que la decisión, o el cambio de decisión, fue voluntad personal y meditada de Rajoy. La lectura del papel escrito y la presencia testifical de Acebes, como el hecho de que ninguno de los dos, ni Aguirre ni Ruiz-Gallardón, supieran de antemano que iban a compartir tan inusual vivencia, son datos que dejan poco espacio a la incertidumbre. Desde una fuente que tiene motivos para saber lo que de verdad sucedió la tarde de autos (¡caray, que transparente es esto!) llega a este Off The Record que la presidenta madrileña no amenazó con dimitir para entrar en la lista si Ruiz-Gallardón iba en ella, sino que expresó su deseo de entrar en la lista en esta hipótesis, aunque fuera al coste de tener que renunciar al cargo, lo que puede parecerse mucho, pero no es lo mismo. Un sondeo telefónico de urgencia, realizado con muestra de 1.000 entrevistados, confirmaba ayer lo anticipado por este Off The Record, esto es, que no hay movimiento apreciable de votos por lo sucedido. Si el 9 de marzo pierde el PP es que hubiera perdido igual sin esta rara crisis de personalismos. Si gana, habría ganado lo mismo, sin ventaja adicional. Los votos aparecen muy sólidamente instalados en las cestas de los diferentes partidos, y se mantiene el empate, ya no “técnico”, sino empate a secas. El recuento del 9 de marzo será “de infarto”.