¿Tiene derecho la Reina a opinar?

¿Tiene derecho la reina a opinar? Pues como derecho, lo tiene. Como todos los españoles. Otra cosa es que no estemos acostumbrados a ello. Los miembros de la Familia Real no suelen hablar, no dan entrevistas y, por lo tanto, sus opiniones no trascienden. Pero ahora, Pilar Urbano ha publicado una biografía de doña Sofía con declaraciones suyas y se ha armado la gorda.
Especial mención a la protesta del colectivo de gays y lesbianas que piden que la reina rectifique. Vale. Y yo les pregunto: ¿por qué? ¿Porque vosotros sois tan especiales y estáis tan por encima del bien y del mal que podéis decir lo que queráis? ¿Porque como sois gays sois especiales y los demás tenemos que decir chitón ante todo lo que vosotros decís? Los homosexuales han alcanzado un protagonismo tan bestial que decir algo en contra de sus ideas poco menos que está penado con cárcel. Ellos pueden hacer lo que les venga en gana, pasearse en caravanas cortando el tráfico porque tienen un día, pueden decidir (y de hecho lo hacen) las tendencias en moda y tendencias. Ellos son la leche porque son los más mejores (la errata es a propósito), los más chulos, los más listos y lo que mandan en todo. Esto es increíble. Resulta que la Reina, que siempre está callada, opina que la unión no debería llamarse matrimonio, y van ellos y piden una rectificación de la Casa Real. Pues no estoy de acuerdo. Si la Reina hubiera dicho lo contrario la hubieran invitado el año que viene a presidir el día del orgullo gay invitándola a subirse en una caravana, pero como los critica, sacan las uñas.

Parece mentira que ellos, que han vivido tanto la represión, sean ahora los que repriman a los demás con su libertad de expresión. ¿De qué van? Cada uno tiene derecho a opinar lo que quiera, faltaría más. Y si no te gusta lo que dicen de ti, te aguantas. Ya va siendo hora de que se den cuenta de que mucha gente no piensa como ellos pero que se les respeta, como tiene que ser. Nadie se tiene que callar sus opiniones (ojo, opiniones, no insultos). Y la Reina tiene el mismo derecho a opinar como ellos a manifestarse con tangas de leopardo en una carroza cortando el tráfico en Madrid durante horas, que bastante poco me importa su manifestación y me la tengo que tragar cada año. ¿Y qué pasa si ahora los jueces, médicos, cajeras de hipermercado, modistas y chaperos deciden hacer el día de su orgullo? Pues de lado iríamos. Venga ya.

    Los gays tienen todos los derechos (como no puede ser de otra manera en un estado de derecho), pero es que además creen que tienen uno añadido: censurar las palabras de los que les atacan. Claro, qué listos, así cualquiera. Idéntica actitud que los dictadores que cuando salen voces discordantes con ellos, se los quitan de en medio para que no molesten: ejemplo, Chávez cerrando la televisión que lo ponía a caldo. Claro. Muy listos y muy prácticos. No hacen lo mismo, desde luego, cuando sacan a bombo y platillo a un político defendiéndolos en la portada de la revista que mejor los representa que es Zero. Cuando eso ocurre, no salen a criticar, no, es más, lo aplauden. Y hacen muy bien.

    No creo que la Casa Real deba rectificar las palabras de la Reina, no creo que ellos tengan ningún derecho a pedir tales rectificaciones. Sus derechos ya están recogidos por ley. Y si ellos lo llaman matrimonio, perfecto. Y si los demás no lo entienden así, perfecto también, tienen idéntico derecho. ¿O es que ellos son más que el resto de los mortales? Amos, hombre.