La primera visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Irak fue sorpresiva y muy breve, duró sólo cuatro horas.
El mandatario llegó al Aeropuerto Internacional de Bagdad y de inmediato se trasladó a Campo Victoria, una base militar cercana.
Ahí, el comandante en jefe de las fuerzas del Pentágono se reunió con los mandos militares de su país en Irak y soldados, a quienes advirtió que los próximos 18 meses serán críticos.
“Es tiempo de que iniciemos una transición con los iraquíes. Ellos necesitan asumir la responsabilidad de su país y de su soberanía”, expresó Barack Obama.
A la base militar llegó el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, para conversar con Barack Obama 24 horas después de que una serie de atentados coordinados con autos bomba causó la muerte de casi 40 personas en la capital iraquí.
Los mandos militares en Irak informaron al presidente estadounidense que pese a jornadas como la del lunes, el país registra el menor índice de violencia desde 2003, cuando el ex presidente George W. Bush ordenó la intervención.
Como senador, Barack Obama se opuso a la guerra en Irak. Ahora, como titular del Ejecutivo, su estrategia, anunciada en febrero pasado contempla disminuir el contingente en ese país de 140 mil a entre 35 mil y 50 mil soldados para agosto de 2010.
“Quiero agradecerles, porque ustedes serán clave en términos de garantizar que Irak sea estable, que no sea un paraíso para terroristas y que sea un buen vecino y un buen aliado para que podamos repatriar a nuestras tropas”, manifestó Barack Obama.
Obama llegó a Irak procedente de Estambul, Turquía, donde visitó la mezquita Azul y se reunió con estudiantes.
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