Hacia muchos meses que en Génova no se celebraba un Comité Ejecutivo tan festivo y feliz. De hecho, se ‘aparcó’ o, mejor dicho, se pasó de puntillas sobre el espinoso asunto de la trama de corrupción en la que se ha visto inmersos el meses estos días. No era el día.
Mariano Rajoy estaba exultante aunque, según los asistentes a la reunión, intentaba aparentar tranquilidad porque no
“quiere que se nos suba éste éxito (el conseguido en Galicia) a la cabeza”. Pero, aun así, el líder del PP no pudo evitar que a su llegada los dirigentes de su partido dieran rienda suelta a la alegría y le dedicaran una cerrada ovación que el acogió con una amplia sonrisa. A él y también a los dos candidatos de las autonómicas vascas y gallegas,
Antonio Basagoiti y
Alberto Núñez Feijóo, especialmente a este último que en breve será investido presidente de la Xunta de Galicia.
Lo que le pedirá a López
En su intervención, Rajoy hizo un análisis muy positivo de los resultados alcanzados en ambas comunidades, incluso también en el País Vasco en donde esperan que el PSE les llame a ‘consultas’ para que
López se pueda convertir en lehendakari con su apoyo en el Parlamento vasco. Ellos están dispuestos a facilitar el cambio pero también esperan algunos ‘gestos’ que ya no pasan precisamente por integrarles en el Gobierno ni cederles varias carteras como dejó caer en un principio Basagoiti. No. Según ha podido saber este diario, el PP quiere que los socialistas propicien un ‘vuelco’ político en la diputación de Álava, para desalojar al PNV de la presidencia en la que se sostiene gracias al apoyo de los socialistas y devolvérsela al PP como primera fuerza de esta provincia.
Ésta, según aseguran estas fuentes del PP, será “
la prueba del algodón” que le va a poner Basagoiti a López para “
verificar su compromiso con el constitucionalismo”. “
Si el PSE no ‘devuelve’ la diputación de Alava, ¿se podrá creer su compromiso constitucionalista?”, reflexionan.
Pero, además, pedirán al PSE que sigan propiciando el desalojo de ANV de aquellos Ayuntamientos en donde todavía gobiernan. Los populares condicionarán sus votos de apoyo a la investidura de Patxi López a que cumpla estas dos premisas.
Rajoy, en su intervención, animó a los suyos a
“seguir trabajando con mucha contundencia e ilusión” sin caer en la autocomplacencia para ganar la próxima cita electoral, que será las europeas del 7 de junio. En este sentido, el presidente de la Generalitat valenciana,
Francisco Camps fue el más optimista augurando que el PP “
arrasará” al PSOE en esta cita.
Feijóo, “muy humilde”
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Durante la reunión tomó también la palabra
Manuel Fraga que felicitó a
Rajoy y a
Feijóo por el éxito alcanzado en su tierra. El propio candidato gallego, que estuvo muy “
humilde” según sus compañeros, explicó que había trabajado
“muy duro” para conseguir ganar – tuvo aquí palabras de elogio para Rajoy al que le atribuyo buena parte de su éxito- pero añadió que era consciente de que “
igual que los ciudadanos me han dado ahora el poder, me lo pueden quitar”. El próximo presidente de la Xunta adelantó que la
“crisis económica y el empleo” será sus prioridades de gobierno.
Dentro de la reunión, al margen de Cospedal y el propio Rajoy, no hubo más intervenciones. No hablaron ni Esperanza Aguirre (que si hizo declaraciones en la calle), ni
Alberto Ruiz Gallardón.
En lo que todos coincidieron es que a partir de ahora se inicia “
un cambio de ciclo” y que el hecho de que Rajoy haya salido “
reforzado” de esta prueba les dejará trabajar más tranquilos y podrán centrarse en hacer una oposición férrea al PSOE sin las miradas escrutadoras de los críticos.
