Son muchos soldados

Uno de los casos  es el proyecto de Ley de Derechos y Deberes de los Militares, cuya espina más difícil es la referente al asociacionismo militar que, según la Ley de Defensa, deben desarrollar y que también exigen los propios militares desde diferentes puntos de vista. Por un lado, el mando que no le gusta el asunto y temen la sindicación emboscada que, según ellos, pretenden asociaciones como la AUME que congrega a cerca de tres mil afiliados, sobre todo entre suboficiales y tropa y, por otro, la de esos mandos inferiores que se quieren acercar más a lo propuesto para la Guardia Civil. La primera china en el zapato la ha colocado el Tribunal Supremo que ha dictaminado que, mientras la Benemérita sea un Cuerpo Militar, lo relativo al asociacionismo tal y como se ha planteado, no tiene cabida.

    Defensa tendrá que estrujarse un poco la imaginación para tratar de conciliar una cosa tan profunda y que pueda servir para el futuro y no se quede en algo que no satisfaga ni a unos ni a otros y que siga siendo tema de debate.. El límite puede estar en el carácter reivindicativo, sindical y con derecho a conflicto – de derecho a huelga ni hablamos – de las futuras y presentes asociaciones militares.

    En cuanto a las misiones de nuestras tropas en el extranjero, lo primero que tienen que lograr en Defensa, a nivel internacional – si es que se considera que todavía no lo han hecho – es sacar “la pata” de donde la metieron con la forma de anunciar la retirada de Kosovo y preparar y definir la nueva situación en Afganistán. Que se van a enviar más tropas, parece claro. Además, en ese aspecto, contarán con el apoyo del PP, pero deberán ir más lejos. Allí está la misión de  la ONU, con la OTAN, en la que se encuentra España y, por otro lado, la de Estados Unidos. Unificar ambas posiciones debe ser una del as preocupaciones de nuestro Gobierno que, desde la UE, debe pelear por ello.

¿Quitar el límite impuesto por Ley?

    Pero, en todo caso, una cosa es planificar operaciones desde los despachos, que es donde debe hacerse, y otra la realidad. Cuando se habló de quitar el límite de 3.000 soldados impuesto por la Ley, pareció que Defensa se quitaba un corsé y eso era bueno para la operatividad. Pero también se barajó la cifra de siete mil soldados, lo que no parece una cifra muy alta a priori, salvo que se analice un poco en profundidad. Siete mil soldados en misiones en el extranjero suponen en realidad veintiún mil soldados operativos: un tercio en la zona, otro saliente y un tercero preparándose para incorporarse. Son muchos soldados y no puede contarse con la repetición de algunos, pues cada vez son menos los que quieren repetir y se pierde el entusiasmo.

    En esas dos cuestiones, política una y operativa militar otra tienen que poner, y se supone que lo están poniendo, el acento quienes dirigen la Defensa en nuestro país. Y por si fuera poco, tenemos a los piratas de Somalia que están costando un gran esfuerzo operativo y presupuestario al ministerio. Hay más cosas, pero con estas dos creo que van servidos para una temporada.

-VOLVER A PORTADA-