Juan José Padilla

El Ministerio de Cultura ha otorgado el Premio Nacional de Tauromaquia al torero Juan José Padilla, coincidiendo con su retirada tras 25 años en los ruedos. El jurado ha querido reconocer "extraordinaria carrera, en la que ha lidiado cerca de mil quinientas corridas de toros, alcanzando incontestables triunfos en las principales plazas de toros del mundo".

No tenía previsto hacer el paseíllo en la segunda plaza más importante de la Comunidad madrileña, tras la cátedra de Las Ventas, claro, la de Colmenar Viejo, pero la sustituxión de Cayetano, todavía lesionado, le permitirá este lunes a Juan José Padilla, en su año de retirada de los ruedos, despedirse de la afición de La Corredera.

El torero Juan José Padilla se convirtió en 'trendign topic' en Twitter este sábado, y no precisamente por papel como diestro, sino por haber lucido una bandera franquista en la plaza de toros de Villacarrillo (Jaén). El diestro saludó al público del coso taurino envuelto en una bandera con el aguilucho, en un acto que desató la indignación en las redes sociales. Si bien la apología del terrorismo está tipificada como delito en el Código Penal, no ocurre lo mismo con el enaltecimiento del franquismo.

El Ayuntamiento de Barcelona ha descartado colgar en las banderolas de la ciudad el retrato de un torero como imagen promocional de la muestra internacional de fotoperiodismo World Press Photo.

El diestro Juan José Padilla ha sido condenado hoy a una pena de siete meses de cárcel y a abonar una multa de 400 euros por golpear a unos agentes locales de Hondarribia (Gipuzkoa) que pretendían someter al conductor de su automóvil a un test de alcoholemia. 

Tarde para el recuerdo en la religión laica que es la Fiesta. Uno de sus oficiantes, el más herocio, Juan José Padilla, volvía a los ruedos vestido de 'esperanza y oro' -como adelantó en exclusiva Diariocrítico con la foto del vestido-, tras su gravísimo percance en octubre en Zaragoza que le costó la visión en un ojo, y lo hacía por la Puerta Grande de Olivenza. Subiéndose al altar táurico acompañado de sus colegas de turno, Manzanares y Morante. Loor a Padilla.

Ellos lo niegan. Pero son héroes. Y el que más por ahora, Juan José Padilla, que tras su gravísima cornada en Zaragoza que le destrozó la cara y le ha dejado sin visión del ojo izquierdo, reaparece el próximo día 4 en Olivenza. Y lo hace no sólo con la moral a tope, sino con las ideas más claras en su vida y en su carrera que antes del percance. Y con una frase que desarma a cualquier persona que no pertenezca a ese altar ejemplar de los héroes: "Mi objetivo esencial es ser figura del toreo antes que recuperar la visión".  Eso sí, confía en que los empresarios no le sigan poniendo sólo ante bicornes de las ganaderías duras, "aunque sea por la cornada, otro aspecto positivo que me ha regalado la misma".

Sólo un torero sería capaz de superar una tragedia similar. Como la gravísima cornada con pérdida de visión en el ojo izquierdo que sufrió el 7 de octubre en Zaragoza, Juan José Padilla. Pero, el jerezano, tras varias operaciones y escasa esperanzas de volver a ver por ese ojo, lo tiene claro y lo ha anunciado este viernes: regresa a los ruedos el próximo 4 de marzo. Porque, según sus palabras, sólo ha "sufrido un trance en su carrera". Y olé.

Como era previsible, las secuelas de la peor cornada sufrida por un coletudo en muchos años, la que sufrió Juan José Padilla el 7 de octubre en Zaragoza que le destrozó la cara y le dejó sin visión en el ojo izquierdo, continúan muchas semanas después. Pero el torero, cual corresponde a los profesionales de esta raza especial, no se rinde y acaba de srr operado durante 12 horas en el Hospital Virgen del Rocía de Sevilla, de la que está en fase de recuperación, y en la que los cirujanos buscaron el milagro de que recupere sensibilidad, y también la visión, en la zona,

El torero Juan José Padilla, que sufrió una grave cogida en la cara el pasado 7 de octubre en la plaza de toros 'La Misericordia' de Zaragoza, ha asegurado, tras ser dado de alta, que "volveré a vestirme de torero" porque es "mi vida, mi profesión", para asegurar que "no le tengo rencor" ni al toro, ni a su trabajo.