Padilla, que sustituye a Cayetano, se despedirá de la afición de Colmenar Viejo

La tradicional Feria de Los Remedios, que cuenta con la presencia de varias figuras en sus carteles, también va a presenciar el último paseíllo de Juan José Padilla en la tarde de este lunes, un festejo para el que hay gran expectación. Y en el que junto al 'Ciclón de Jerez' actuarán Enrique Ponce y el número uno del escalafón indiscutible y de máximo tirón taquillero, el peruano Andrés Roca Rey. Lidiarán un encierro de Miranda y Moreno.

Otras dos fuguras como Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera están anunciados, junto a Juan del Álamo, mañana martes frente a toros de Valdefresno. H

Francisco de Manuel triunfa en la primera de Feria

Como informa Miguel Ángel de Andrés, el pasado sábado comenzó la Feria con una novillada en la que Francisco de Manuel fue el claro triunfador, saliendo a hombros tras la finalización del festejo.

El joven novillero madrileño cortó un apéndice de cada uno de los novillos que le tocaron en suerte, que tuvieron como característica principal, al igual que el resto de sus hermanos la falta de fuerzas. De Manuel que demostró grandes cualidades y una gran entrega, consiguió los trofeos al acabar con sus oponentes de dos certeras estocadas.

Entre las luces y las sombras anduvo ÁngelTéllez con mayor acierto en su primero, donde demostró que anda muy suelto en estas lides; en este, su acierto con el estoque le valió un trofeo, mientras que en el otro, la falta de certeza le privó de una salida triunfal. Para García Navarrete fue la parte más oscura, pues apenas pudo dejarse ver en un lote imposible, labor que además se emborronó con el uso de los aceros.

La corrida de López Gibaja se quedó en un mano a mano por cogida de Ángel Sánchez

La esperada actuación, tras su alternativa en la Plaza de la Ventas la pasada Feria de San Isidro, de Ángel Sánchez en el ruedo en la que se ha hecho torero, pues es la sede de la Escuela Miguel Cancela de Colmenar Viejo no pudo tener un resultado peor, pues las ilusiones del torero y la de muchos de sus seguidores se vieron frustradas cuando un torazo, por peso, 640 kg., que no por casta de la ganadería de López Gibaja le propinó un cornada que le impidió continuar con su actuación que hasta ese momento estaba resultando muy torera tanto con el capote como con la muleta.

Así las circunstancia dejaron el festejo en desproporcionado mano a mano entre Miguel de Pablo, un torero local que hacía su segundo paseíllo en la temporada, pues el anterior fue en la ya lejana feria de Valdemorillo, y el joven José Enrique Colombo mucho más placeado.

Ninguno de los dos volvieron la cara ante los regalos que iban saliendo por la puerta de chiquero, toros bien presentados, que fueron castigados con fuerza en el caballo, pero carentes de casta, y a los que era difícil sacarles algunas series sueltas, aunque los espadas se emplearon con juvenil entrega. Debiéndose resaltar que Colombo puso banderillas en los de su lote con desigual acierto, pares que fueron muy jaleado por las peñas. La espada fue la cruz de ambos matadores, más lesiva en el caso de Colombo, pues le restó las posibilidades de un triunfo que tuvo al alcance la de la mano.

La tarde dejó la evidencia de la habitual falta de justicia en este mundo de los toros: ganado de escasas, cuando no nulas condiciones para los menos placeados, para los que están abajo, mientras que los ya “consagrados” y su corte protectora planifican sus cómodas actuaciones, prueba de ello, es la corrida de toros que se desencajonó esa misma mañana en este ruedo para que la lidien el próximo martes por tres de las llamadas “figuras”. Corrida en tipo, en el argot de los taurinos, con los pitones destrozados. Veremos que dice el equipo veterinario de esta plaza, otrora tan exigente.