Rajoy: "quiero entenderme con todos los que quieren sacar a España de la crisis"

Ante los casi tres mil entusiastas que abarrotaban el palacio de Congresos malagueño, es cierto que el presidente del PP no hizo propuestas programáticas concretas, pero sí habló del que será su 'estilo de gobierno': se comprometió a "gobernar desde la responsabilidad", con valentía, a decir la verdad sin negar la realidad ni ocultar los problemas a los ciudadanos, a gobernar desde el diálogo.

Por supuesto, hubo críticas para el Gobierno de Zapatero, que "nos deja la peor herencia que un Gobierno haya dejado a otro jamás", pero también tuvo palabras de esperanza: "nos jugamos muchoen lospróximos años y cuando uno se juega mucho lo mejor es no dejar nada al azar; ni aventuras, ni caprichos ni ocurrencias".  "Las cosas están difíciles, pero no imposibles", y "hay razones para la esperanza". Terminó diciendo que España "es una gran nación que merece estar entre las más avanzadas del mundo y que va a volver a estar ahí".  

Concluyó así, en medio de una euforia notable, la convención con la que el PP ha puesto fin a una serie de actos sectoriales en varias ciudades españolas. Aún falta el prtograma, faltan las candidaturas --"todo a su tiempo", me dijo un 'notable' del partido a quien todas las quinielas dan como futuro ministro--, pero, desde luego, sobra entusiasmo y no faltan expectativas. Los responsables del partido dicen que sus encuestas les dan resultados "mucho mejores aún" que los de los sondeos que se han venido publicando. Qué duda cabe de que Rajoy tiene razones para pronunciar sus discursos, como este de Málaga, en plan 'presidente del Gobiernmo in pectore'.