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Segunda jornada del Debate de la Nación

Llamazares reclama un Plan contra la especulación y la corrupción y un Pacto contra ETA

Llamazares reclama un Plan contra la especulación y la corrupción y un Pacto contra ETA

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miércoles 04 de julio de 2007, 13:18h
No fue nada dócil, sino especialmente crítico, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien, aún expresando su compromiso con las reformas y los cambios, le propuso al Gobierno que cambie de política económica, que “no dé por amortizada la legislatura” que “relance la agenda de izquierdas”. En contraposición al PP, reclamó a Zapatero que “no convoque elecciones anticipadas”, como un día antes le pidió Rajoy, porque “ni ETA ni sus propagandistas convocan elecciones con la ruptura de la tregua”.
Una de cal y una de arena. El presidente del Grupo de IU-ICV, Gaspar Llamazares, apoyó la labor del Gobierno, sí, durante su intervención en el debate sobre el estado de la Nación, pero no desaprovechó la ocasión de mostrar sus discrepancias con determinadas políticas del Gobierno, especialmente en el campo económico, donde pidió a Rodríguez Zapatero “ambición” en lo que queda de legislatura para realizar cambios de izquierdas y recuperar la iniciativa política.

Llamazares, que se dividió el tiempo con Joan Herrera, de ICV, ofreció sus recetas políticas a Zapatero: incrementar el salario mínimo, adoptar medidas de calidad de empleo, fijar el derecho efectivo a la vivienda de alquiler y los cánones para “los 3 millones de viviendas vacías”, triplicar el presupuesto de la Ley de Dependencia, un pacto frente a la especulación y la corrupción, un plan de cambio climático y un calendario de cierre de centrales nucleares, entre otras peticiones, como proceder a la integración y derecho de voto de inmigrantes, establecer un estatuto de laicidad y libertad de conciencia, realizar otra política exterior para Afganistán y Sáhara, avanzar en la Memoria Histórica, llegar a un Pacto frente al terrorismo y por la paz con una resolución en el Congreso, y que se concreten las leyes de Gobierno y Financiación Local.

Ésas fueron, en términos generales, sus peticiones al jefe del Ejecutivo, pero luego llegó el balance crítico que su grupo, IU-ICV, hace de esta legislatura, siempre desde el punto de mira “de la izquierda comprometida con los cambios” y motivado por la “ausencia de cambios de izquierdas”. En ese punto lamentó Llamazares que el Gobierno haya “renunciado” a cambios en materias fundamentales y que, para conseguir apoyos legislativos, haya realizado estos tres años “alianzas a la carta” con el centro derecha y los “poderes fácticos”.

No obstante, Llamazares reconoció que la situación ha mejorado en parámetros económicos, sociales –“más derechos y libertades”- y de relación entre Comunidades Autónomas, pero llamó la atención a Zapatero para que deje de fijarse tanto en la evolución del PIB y los datos macroeconómicos para pensar en la familia media española que tiene dificultades para llegar a fin de mes y que tiene razones para no estar satisfecha. De ahí, que Llamazares criticar el modelo de desarrollo español de Zapatero, que, según él, “sigue siendo el mismo, basado en ladrillo, consumo y servicios”, mientras los salarios permanecen “estancados” y el nivel de pobreza en España estaría situado en el 20 por ciento, y todo en el “momento de mayor crecimiento de los últimos años”.

Por lo que respecta al proceso de paz, Llamazares apuntó que la situación estaba “entre la violencia de ETA, única responsable del fin de la tregua, y la intolerancia de quienes han boicoteado esa tregua de principio a fin”; es decir, “la derecha organizada política, social e institucionalmente, que apostó por el fracaso de la tregua por sectarismo político, porque éste no pudiera ser un éxito de un Gobierno de izquierdas”. Y llegados a este punto pidió un acuerdo entre las fuerzas políticas con “marchamo parlamentario”, en forma de resolución en Congreso.

La política económica del Gobierno fue la que se llevó la gran crítica de Llamazares. Para el líder de IU, el marco fijado por el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, es una “restricción insuperable para las ambiciones sociales y ambientales” de IU-ICV, ya que mientras el país converge con la UE en renta, “no lo hace en gasto social”.

En política exterior, Llamazares criticó el posicionamiento “a medio camino” entre el diálogo de civilizaciones y el “síndrome compensatorio” con Estados Unidos, y, aunque reconoció estar de acuerdo en los “esfuerzos de paz en Oriente Medio y en reconducir las relaciones con América Latina”, no lo está en ese deseo de Zapatero de “compensar” a Estados Unidos por Irak con Afganistán, ni con la política de Zapatero para con el Sáhara, ni con “su ceguera con los aviones de la CIA”.

El turno de IU-ICV acabó de consumirlo el diputado de ICV, Joan Herrera, quien se preguntó si se le ha “sacado todo el provecho a la mayoría de izquierdas” que ha habido en esta legislatura: “Con Duran no tendríamos matrimonios homosexuales, tendríamos trasvase del Ebro y en Dependencia tendríamos política de aseguradoras”, dijo, en una clara referencia a qué hubiera pasado si en vez de contar con el apoyo de IU y de ERC, Zapatero hubiera ido de la mano de CiU.

Herrera hizo especial hincapié en la situación en Cataluña, sobre la que dijo que el problema del Estatut no fue el texto en sí, sino la “voluntad de cumplirlo”, por lo que destacó que “ahora hay que cumplirlo y desarrollarlo con una lectura de máximos y rompiendo las inercias centralistas”. También mencionó la situación de las Cercanías ferroviarias en Barcelona, para las que pidió más inversión y se preguntó “cuánto hubiera durado la ministra de Fomento si lo ocurrido en Barcelona en Cercanías hubiera pasado en Madrid”.

Durante los turnos de réplica y dúplica, Rodríguez Zapatero hizo una encendida defensa de la política económica que sigue el Gobierno bajo la dirección del ministro Pedro Solbes. “Con esta política económica podemos hacer política social”, y con ella el Gobierno puede ver “cuánto vamos a subir el salario mínimo, cuánto las pensiones, cuánto le vamos a dedicar a las infraestructuras…”. No habrá, pues, ningún tipo de cambio.

Frente a las afirmaciones de Llamazares sobre la precariedad laboral (un 33 %, al igual que al inicio de la legislatura, según sus datos), la especulación urbanística, las bolsas de pobreza o que no nos acerquemos en el gasto social a la Unión Europea, Rodríguez Zapatero replicó que la tasa de precariedad se está reduciendo gracias al acuerdo laboral, que en solo un año ha dado ya resultados, “y ésa es la política económica, la de la estabilidad gracias al acuerdo con los empresarios”. Se mostró “más de acuerdo”, sin embargo, respecto a lo afirmado por Llamazares sobre la política urbanística, aunque “por supuesto que hemos actuado” y “con firmeza”. En ese punto “vamos a ser absolutamente decididos y determinantes” en la lucha contra la corrupción, dijo el presidente del Gobierno.
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