Ángel Arranz nos cuenta los nombres propios de la segunda semana del abono isidril

Curro Díaz nos obsequia con destellos estéticos-plásticos genuinos… sin redondear el éxito-triunfo rotundo. Corta una oreja al último de la tarde. Ginés Marín herido de gravedad por su complicado primer toro. Ginés con Tomás Rufo, por lógica, son dos toreros jóvenes que pronto ocuparán los primeros puestos del escalafón superior. Alvaro corta otra oreja “fácil” al quinto de la tarde. Lo toros tres potables y tres inaceptables.
16 de mayo. Novillada. Como en temporadas anteriores, y sintiéndolo mucho, las tardes de rejones y novillos suelo dedicarlas a otros compromisos particulares.

Día 17. Cartel “flojo”… que si hay más aciertos con los estoques se pasean dos o tres orejas en el transcurso de la tarde. Con media plaza cubierta de público, el mexicano J. Adame, P. Moral, Ángel Téllez y toros de Arauz de robles más dos sobreros de Chamaco conforman el festejo. Ojo, la asistencia de público, es ligeramente inferior a las temporadas pre COVID. Adame siempre es un lidiador bullicioso, vistoso, voluntarioso. En su segundo toro, después de un escalofriante atropello al iniciar equivocadamente la faena por alto… da una lección de honor-pundonor… creo que tiene oficio y categoría como para figurar entre los toreros mexicanos con mejor aceptación en España. Pepe Moral abrevia con el peor lote sin dejar huella buena-regular-mala. Ángel Téllez maneja bien el capote. Con la muleta, en su primero interpreta-siente los cuatro-cinco naturales más elegantes, limpios, templados, enjundiosos, puros, armónicos y equilibrados de todos los naturales que se han interpretado-imitado en todo lo que va de feria. Fernando Sánchez coloca su enésimo par de banderillas de auténtico cartel para museos.

Día 18. Media entrada… optimista-pesimista-realista. Solo dos de los seis toros de Pedraza de Yeltes sirven para que los toreros-espectadores saboreen el toreo bello-bueno que son los que proporcionan más éxitos-triunfos. López Chaves está más lidiador que artista, anda fácil, seguro y con mucho oficio con los deslucidos toros de su lote. A Javier Cortés se le va “vivo” un toro de posible éxito. Y a Colombo se le “escapa” un toro de posible triunfo. Insuficiente balance de toros, toreros y toreos en otro festejo donde hay más “toreo moderno” que toreo eterno. En el “toreo moderno” hay más fachadas que cimientos, hay más postura que compostura, hay más cantidad que calidad, hay más líneas rectas o hacia las afueras que curvas y hacia los adentros, hay más apariencia que sapiencia, hay más táctica-técnica académica-rutinaria que inventiva-lidia integral, hay muchas más intervenciones de capote-muleta descargando la suerte que cargándola, hay más vulgaridad-repetición que distinción-variedad, hay más artificio que naturalidad, hay más retorcimientos que verticalidad, hay más faenas casi calcadas que con toques de distinción, hay más pases-pasos-poses fuera de distancia-sitio o al hilo del pitón que de auténtico valer-valor-emoción, etc., etc. “Casi todo el toreo moderno se asemeja al toreo ventajista o a la negación del arte de torear”. Muchas faenas solo son faenillas tan pasadas-pesadas como son los discursos del más de lo mismo o peor protagonizados por los mediocres bipartidistas Sánchez-Feijoo. Rectificar es de sabios. Pero… ¿quedan sabios con ejemplaridad y compromiso?

Día 19. Llenazo. Aparece-desaparece-reaparece aire que molesta a los toreros. Manzanares, Fernando Adrián que confirma alternativa y Roca Rey al frente de las cuadrillas con toros de Victoriano del Río. Adrián tranquilo, valiente, “sencillo” y sincero como apunta su toreo… comienza una faena que promete a un toro que tiene pasajes de Puerta Grande… pero pronto se seca el Del Río y lo que tenía que ir a más va a menos. Los otros cinco “burdeles” parecen de burdel. Toros más para disgustos que para gustos. Quizá pasados de edad, sentido y encanto porque no les queda ni un mínimo de bravura, casta, energía y emoción. Manzanares intenta imponer su empaque-prestancia pero lo que no puede ser no es. Roca Rey tiene ambición-valor para exportar. Hoy tiene más prisas que pausas… con una puesta de escena más “moderna-vanguardista” que pausada-clásica. Hoy parece especialmente motivado para el triunfo, su entrega no tiene límites, pero su toreo de esta tarde es más acelerado que acendrado. Hay más efectos especiales que efectos esenciales aunque le aplaudiesen a “rabiar” su faena al sexto de la tarde. ¿El público? Hay gente para todo,hay más público consumista-banal de lo que le echen que público sobrio-cabal.

Día 20. Llenazo. Tres toros válidos y tres dispersos-difíciles de Garcigrande para El Juli, Talavante y Tomás Rufo que confirma la alternativa. Triunfalismo en los graderíos, se jalean casi trallazos-trapazos-trompicones a modo de verónicas o naturales. El Juli, con mérito y tesón pierde un trofeo de su segundo toro, lo mismo que Talavante, con mérito e improvisación… por culpa de los aceros. Donde otros toreros ponen potencia-impotencia, Tomás, pone-siente naturalidad; donde ponen la moda abstracta, Tómás pone el modo y el estilo; donde ponen la vulgaridad, Tomás pone la elegancia-personalidad; donde ponen prisa, Tomás pone calma… y así sucesivamente. Tomás Rufo es un torero, que por lógica e inteligente evolución es-será un figurón del toreo que abrirá más y más gloriosas Puertas Grandes en Las Ventas. Oreja y oreja ha cortado hoy.

Día 21. “Encerrona de Paco Ureña como único espada con seis toros de seis ganaderías “emblemáticas” y casi lleno en los tendidos. “Emblemáticas” pero cuatro de ellas con originales-recientes experimentos de los laboratorios Juan Pedro Domecq. Claro, los cuatro toros, uno devuelto, en todos los órdenes-desórdenes no pasaron de toros estándar… con tendencia a mansitos, flojitos, sositos…
Los menos insípidos primero y segundo… donde Paco Ureña, en detalles puntuales con capote y muleta nos recuerda al hombre que tiene una de las mejores hojas de servicios toreros en las últimas-penúltimas temporadas en Las Ventas. El tercer toro, de Adolfo Martín es la negación del toro bravo-brillante-vibrante de la casa. El sobrero del Conde de Mayalde va-viene sin codicia ni fijeza. Chaparrón de agua que parece relajar al toro… Paco entregado y valiente, quieto y espatarrado hasta la exageración… torea con desgarro a derecha e izquierda. ¿Los olés son en serio o en broma? Estocada sin puntilla, oreja y se arrojan numerosas almohadillas al ruedo. Lo nunca visto… como se repita el “Disparate”, así se llamaba el sexto toro, vendré menos a Las Ventas.

Parece que haya un sector de público que después de ponerse ciego a cervecitas-tapitas en las “divertidas-libertinas” terracitas de elevadas facturitas-temperaturitas… va a los toros sin pasar por la ducha-baño… y a la Majestuosa Plaza de Las Ventas la desacreditan, la embrutecen y la ensucian. ¡Que chuflas de chuflas!