Es la comidilla en el mundo del fútbol: de la ruina y la bancarrota como peligro para un grande como es el Barça a un mercado de fichajes millonario y siendo el equipo que más se ha reforzado.
En este verano han llegado a Barcelona grandes nombres como Raphina (70 millones de euros, entre fijos y variables), Lewandowski (45 millones + 5 en variables) y ahora, el último, el central francés Jules Koundé (50 millones + 10 en variables), procedente del Sevilla.
En total, casi 200 millones de euros, pero es que hay más: Joan Laporta espera que el club siga reforzándose en esta ventaja de fichajes y no descarta, confirmó ayer, el regreso por todo lo alto de Leo Messi.
También han llegado, sin coste por fin de contrato en sus anteriores clubes, Franck Kessié (AC Milan) y Andreas Christensen (Chelsea). Hubo otro fichaje, ya lowcost, como es la joven promesa española Pablo Torre, procedente del Racing de Santander, y comprado por 5 millones más variables por objetivos.
A cambio, se han marchado Coutinho (Aston Villa), Dani Alves (Pumas), Lenglet (Tottenham), Matheus Pereira (Eibar), Jutglà (Brujas), Rei Manaj (Watford), Trincão (Sporting Portugal) y Wagué (HNK Gorica), dejando leves cantidades en las arcas, pero sobre todo aliviando la masa salarial azulgrana.
En las próximas fechas se esperan más salidas, sobre todo la de Frenkie de Jong, con un sueldo alto y al que se le considera prescindible en términos futbolísticos. También hay overbooking en la delantera, y el Barça quiere que salgan hombres como Memphis Depay y Martin Braithwaite, fichajes de la era Bartomeu y con los que no se cuenta ni por parte del club ni por Xavi.
¿Milagro económico?
La promesa sobre Leo Messi no es baladí: Laporta sabe el coste en imagen y entre los socios y la afición que tuvo la salida del argentino por cuestiones económicas. Fue su primera decepción como presidente y ahora promete intentar recuperarlo, sin especificar si la próxima temporada o la siguiente, para despedirse por todo lo alto como culé.
El milagro no es tal. No se trata de una gran gestión económica o dinero caído del cielo. Aquí ya lo hemos explicado: lo que el Barça actual está haciendo es vender parcialmente sus activos, sobre todo derechos de imagen y de explotación comercial. Sociedades de las que es propietario, como la cesión del 49% de Barça Licensing and Merchandising (BLM) durante 10 años (sus sociedades que explotan el merchandising), así como la cesión parcial y temporal de Barça Studios, la sociedad que explota sus productos audiovisuales (Canal Barça de TV y demás).
Pero la gran operación de Laporta vino con los patrocinios conseguidos. El acuerdo con Spotify, la gigante plataforma de streaming mundial, supone que el estadio azulgrana se llame ahora Spotify Camp Nou desde esta temporada, a razón de 70 millones de euros anuales durante 4 años. Además, Spotify patrocinará la camiseta del primer equipo masculino y femenino. Se habla de 90 millones al año por este patrocinio.
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