www.diariocritico.com

Si te pones límites muy altos es que crees que puedes llegar a conseguirlos

Si te pones límites muy altos es que crees que puedes llegar a conseguirlos
(Foto: A. del Caren)

Jon Ramh tiene mucho margen de mejora en su juego y en sus resultados y mentalmente también

miércoles 24 de octubre de 2018, 16:32h
Joseba fue deportista profesional, empresario y “por circunstancias de la vida”, Ertzantzia y desactivador de explosivos en el País Vasco cuando la actividad de ETA era más alta.

Joseba del Carmen, un tipo que impresiona nada más verlo, con mirada profunda, alto, cerca del 1,90, y muy fuerte -de complexión atlética-, se define a sí mismo como “coach deportivo, ejecutivo y de equipos, empresario, deportista profesional de golf y baloncesto. He llegado aquí de manera natural en mi camino de evolución, aprendizaje y descubrimiento de mí mismo. Me encuentro en constante cambio y crecimiento”.

¿Tu familia no lo pasaría bien, verdad?

Mi familia lo entendió desde el primer momento y me apoyó a tope. Esa era mi rutina y, desde luego, estaba muy bien preparado para ello y, además, me gustaba mucho lo que hacía. Esa vida y esas tremendas experiencias, como mi etapa de deportista profesional o empresario, me ayudaron luego a desarrollar y a trabajar en lo que hago ahora. Gracias a esas experiencias sé cómo hay que reaccionar en situaciones de altísima presión. Todos en nuestra vida tenemos ese tipo de tensiones y muchas situaciones complicadas. Nadie está exento de ellas. Yo me jugaba la vida casi cada día y la gestión de esos momentos me ha ayudado a transmitir a los demás mi experiencia, mi lucidez en esos instantes para saber lo que puede ser mejor en cada momento y, lo más importante: lo que es mejor para cada uno”.

¿Un coach necesita un coach?

Sí, claro, indudablemente. Yo tengo mi coach y sería absurdo decirle a un profesional que hiciera cosas que no hago yo. Estudio y trabajo mucho para poder luego aplicarlo a mis deportistas. El trabajo de coach es relativamente nuevo. Antes se hablaba mucho de mentor pero es verdad que todo ha evolucionado mucho y en este aspecto también.

Estás con Jon Rahm desde hace cuatro años, ¿cómo es vuestra relación?

“Jon es muy buen pupilo. Trabajo con él desde hace cuatro años. Nos conocimos cuando éramos muy pequeños. Él tenía 12 o 13 años y ya jugaba en Larrabea. Luego hemos crecido juntos y hemos coincidido en muchas cosas. Ha sido siempre una relación muy buena.

Jon tiene mucho margen de mejora en su juego y en sus resultados y mentalmente también. Cuanto más trabajas más puedes mejorar y ese axioma también se cumple con Jon. Siempre puedes ir más fino. No es lo mismo ver un cuadro a cinco metros que acercarte y ver cada pincelada del lienzo y al ser humano le pasa lo mismo.

A mí lo que más me interesa es que Jon mejore como persona y el resto llegará por sí mismo, estoy seguro. Siempre hemos trabajado así. Los resultados llegarán si hacemos bien las cosas. No tiene sentido adelantarse. Ahora mismo estoy trabajando también con Abelardo, el entrenador del Alavés.

Hablábamos siempre de la salvación del equipo y ahora miras la tabla de la clasificación y él equipo ahora está segundo en la liga. Las cosas, casi de repente y sin darte cuenta, pasan de ser increíbles a posibles.

Hoy en día todo se trabaja. Los deportistas de alto nivel ven y estudian todos sus pilares, todos los detalles que tiene que ver con su deporte y, por supuesto, la parte mental, las emociones, y a saber y aprender como tienen que gestionar cada situación que se les presente. Hay que hurgar ahí. Se trata de encontrar ese pensamiento, ese momento y saber analizarlo bien para dar la mejor respuesta, la mejor solución.

La competición más exigente, el deporte de máximo nivel ha evolucionado increíblemente, en lo físico, en lo mental, en la velocidad… no sólo vale el talento para llegar a lo más alto y en el golf mucho más. Siempre necesitas personas y equipos para preparar también la parte interna, la mental y la psicológica”.

¿Cada deporte es diferente o todos se rigen bajo el mismo rasero en el aspecto mental?

“Todos tiene parámetros similares pero cada deporte y cada deportista es diferente. El golf, por ejemplo, no tiene una exigencia física brutal. Se trata más de llevar al deportista, al jugador al momento adecuado y que éste se encuentre en el estado idóneo en el instante preciso”.

Los coach están de moda ¿Te ha servido tu experiencia para ayudar a otros deportistas? ¿Trasladas ahora tus vivencias personales?

“No cuento nada que no haya vivido yo personalmente. Luego propongo situaciones para que las experimenten ellos. He sido profesional del baloncesto, del golf, empresario, policía. Lo que cuento son las cosas que me han pasado desde mi punto de vista buscando siempre aportar una visión nueva y una solución a un conflicto. Luego son ellos los que tienen que decidir”.

¿Todo se basa en creer?

“Hay que creerse las cosas. Si te las crees pasan y eso le está pasando a Jon. A Rahm, es cierto, se le ve frustrado algunas veces. Si te pones límites muy altos es que crees que puedes llegar a conseguirlos. Si te frustras y no consigues ninguno de esos objetivos puede que esos límites o esos listones que te has puesto estén algunas veces lejos de lo posible o cerca de lo imposible, pero en el caso de Jon tiene posibilidad de ponerse metas, objetivos y retos internos muy altos para seguir mejorando. Ese es el reto: dar lo mejor en cada momento. Si lo das todo no puedes hacer más. Si se gana bien y si no, también”.

¿Vamos a ver a Jon número 1 del mundo?

“Hay que tener en cuenta que Jon sólo tiene 23 años y que le quedan muchos para seguir madurando y conseguir metas. No hay que tener prisas.

Jon tiene todos los parámetros para lograrlo pero no es un objetivo directo. Creo que si tiene que llegar, llegará. Ahora, hay algunos jugadores, incluso en España, que pueden ser números uno. Cada vez está más difícil llegar a esa primera posición, hay muchos jugadores, rivales y el camino es complicado pero que Jon Rahm pueda optar a él está claro. Jon tiene ese perfil, sobre todo porque tiene 23 años. Lleva dos temporadas de profesional, que no es nada en la carrera de un deportista de máximo nivel, pero sinceramente, creo que no hay que meterle prisa, aunque es cierto que España no es un país paciente en este sentido.

Ahora hay que asentarse y asimilar todo lo que está pasando. Este año ha sido importante para él. Ha sido un año de ir poco a poco, paso a paso. La normalidad en la vida, el desarrollo personal. Todo ayuda a que las cosas vayan mejorando y creciendo. En el deporte no hay nada imposible”.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios