Tesh Sidi (Sumar): "Quien dice que somos lo mismo que el PSOE ni siquiera se ha leído el programa"

Hace algunos meses fue denegada su incursión en las listas de Más Madrid a la Asamblea. ¿Qué ocurrió?

Aunque llevo siete años viviendo en Madrid, en diciembre del año pasado me trasladé a Málaga para ayudar a mi madre con el papeleo del padrón municipal. Como mi familia no tiene ningún ingreso económico desde que llegó a España procedente de los campos de refugiados de Tinduf, todo está a mi nombre: alquiler, facturas... Para ayudarla con el idioma, la acompañé a empadronarse. Rellené la ficha, di mi DNI y firmé, pero en ese momento no nos dieron ningún certificado. Se ve que fue entonces cuando tramitaron también mi alta en el padrón de Málaga. Puede ser que yo firmara donde no tocaba. También puede ser que hubiera una confusión, ya que mi madre y yo compartimos tanto los apellidos como la fecha de nacimiento. Ese cambio en el padrón no nos lo comunican hasta dos meses después, a mediados febrero. El problema es que yo debería estar empadronada en Madrid a 1 de febrero para poder concurrir a las elecciones autonómicas. Fue bastante injusto porque realmente estaba empadronada en los dos sitios a la vez. Al final pude votar en Madrid porque efectivamente tenía razón. Lo que más me sorprendió es que, tras la decisión de la Junta Electoral de excluirme, el Tribunal Constitucional no quiso ni siquiera entrar a revisar el trámite. Fue una campaña en los tribunales bastante dura, pero como se suele decir, no hay mal que por bien no venga. Si se cerró una puerta, a continuación se abrió una ventana.

Parece que se le ha quedado esa espinita clavada de participar en política autonómica. ¿La veremos en la Asamblea en el futuro?

No lo sé. No descarto nada. Es verdad que siempre digo que la política institucional debe ser transitoria, pero la política es toda mi vida. Como decía, no lo descarto, pero ya veremos. Si hace unos meses me hubiesen preguntado si me veía en política nacional habría respondido que eso aún quedaba muy lejos. Todo es posible.

El Partido Popular tiene mayoría absoluta en la Cámara regional. ¿Qué margen de maniobra le queda a Más Madrid como líder de la oposición?

Más Madrid tiene que continuar con la estrategia de hablar sobre los problemas de los madrileños. Somos el único partido de la izquierda progresista que sigue en esa posición. Ya es la segunda legislatura que hacemos esa oposición y seguimos creciendo. Además, hemos multiplicado nuestra presencia en los municipios. Así es como se teje una organización. Me quedo con ese dato. Hay que seguir trabajando y en 2027 ganaremos el Gobierno a Díaz Ayuso.

¿Cómo percibe este inicio de legislatura en la Comunidad?

Está claro que el Partido Popular va a por Más Madrid. Es un partido que le da miedo porque está creciendo. No me sorprende. Basta con fijarse en los pactos que está alcanzando en otras comunidades. Pactos que son muy peligrosos. Están tendiendo la mano a Vox, un partido que solamente quiere limitar, derogar y hacernos retroceder. Incluso se mimetizan con sus políticas. Se están “abascalizando”. Ha empezado la legislatura confrontando porque ve claramente que Más Madrid es el adversario con vistas a 2027. Por nuestra parte, seguiremos hablando de Sanidad Pública, movilizando a los colectivos... En definitiva, haciendo la misma política que hemos venido haciendo hasta ahora.

Entiendo que ve a un Partido Popular madrileño radicalizado y escorado a la derecha...

Efectivamente. El de Díaz Ayuso es un Partido Popular que compra marcos muy trumpistas. Me preocupan especialmente esos pactos que están alcanzando por toda España y que hacen peligrar muchos de los derechos que hemos conquistado como los derechos de las mujeres, los migrantes, el colectivo LGTBIQ+... Buscan, además, la privatización de los servicios públicos, apoyan a fondos buitre, dejan de lado a los jóvenes... Nosotros, por el contrario, nos preocupamos por la subida en el precio de la vivienda, por el estado de la Sanidad Pública... El mejor antídoto es organizarnos y poner en valor el estado de derecho que tenemos. No podemos permitir que esos pactos autonómicos se reproduzcan a nivel estatal.

Habla de las mujeres, de los migrantes, del colectivo LGTBIQ+... ¿Percibe realmente una situación de retroceso en cuanto a los derechos cosechados años atrás?

La violencia institucional se ha incrementado muchísimo en los últimos diez años. Las personas migrantes siempre hemos estado amenazadas por la extrema derecha. Ahora se habla de ello porque Vox amenaza también los derechos civiles de los y las españolas, pero con los ciudadanos que no teníamos DNI español esto lleva siendo así mucho tiempo. Desde su salto a las instituciones. La respuesta debe ser arroparnos entre nosotros y hacer políticas que piensen en común. Políticas para los derechos humanos. Políticas sociales, sanitarias, educativas... Solo así podremos consolidar una izquierda fuerte y unida. Una izquierda que, desde luego, debe incluir a esos seis millones de personas migrantes en España que no van a poder votar. Eso es a lo que llamaría antirracismo como política de base. Debemos consolidarlo al igual que hemos logrado implantar la agenda feminista.

¿Ha sufrido episodios de racismo desde que llegó a España?

He sufrido, sobre todo, racismo institucional. Pasaron casi 20 años hasta que logré la ciudadanía española siendo saharaui, habiendo estudiado aquí... No obstante, me veo como una privilegiada. Pienso en las personas que lo han tenido aún más difícil, porque aquí también media el componente de clase. Es por ello que no podemos permitir que ni el Partido Popular ni Vox nos arrebaten derechos que son universales.

¿Y de machismo?

El machismo campa a sus anchas. Soy mujer informática en un mundo de hombres. Por suerte, no he sufrido insultos a nivel académico ni laboral, pero tengo empatía por mis compañeras que lo pasan mal. Compañeras que incluso están siendo asesinadas. El machismo es una lacra a erradicar como sociedad. No podemos banalizarlo como hacen algunos.

Ahora tendrá la oportunidad de ser diputada. ¿Qué Tesh Sidi nos vamos a encontrar en el Congreso?

Voy a hacer política para todas y todos los españoles. Para todos los ciudadanos que forman la España diversa. También quiero llevar la ingeniería de datos a la política porque es muy importante combatir la ansiedad digital a través de políticas de transición hacia la digitalización, políticas de innovación y transformación. Soy una férrea creyente de que la digitalización es el componente más democratizador del presente y del futuro. Tenemos que trabajar en que la Administración pública recupere la soberanía digital y la ponga al servicio de los ciudadanos para mejorar sus vidas. Voy, en definitiva, a aplicar la ingeniería de datos a la política. Por supuesto, el feminismo y el antirracismo serán otros de los ejes más importantes. Empatía, digitalización y feminismo.

¿Qué opina de las polémicas “líneas rojas” impuestas en Sumar por miembros de Podemos como Irene Montero?

La cuestión de la lista electoral está ya más que zanjada. Hemos empezado a hablar de política y no de políticos. Hemos empezado a hablar de la ciudadanía y no de los representantes. Hemos conseguido la coalición y todas las formaciones que la configuran están aportando. Eso es lo más importante. No tengo ninguna otra valoración.

¿Cuál es el objetivo electoral de Sumar?

Ha quedado patente en las últimas encuestas que Sumar sigue sumando, sigue creciendo, sigue multiplicando. También que partidos como el PSOE, Vox o el Partido Popular han llegado casi a su tope. Nosotros, en cambio, no nos ponemos techo. Somos el partido decisivo para revalidar el Gobierno progresista. Sumar está movilizando el absentismo. También al electorado progresista porque hablamos de retos que van más allá de una legislatura de cuatro años. Somos el único partido que habla de futuro. Hablamos de digitalización, de transición verde... El cambio climático ya no entiende de fronteras. Está afectando a todas las personas. De hecho es un componente clave en las crisis migratorias que estamos sufriendo. Otro de los aspectos más importantes para nosotros es el empleo y, especialmente, el empleo joven. Por eso hablamos de medidas como la herencia universal que favorecen el emprendimiento juvenil, el acceso a los estudios superiores, a la vivienda... En la base de todo deben estar las políticas de trabajo digno para los jóvenes porque son la base que debe sustentar el sistema de pensiones.

Dice que Sumar es el partido decisivo para revalidar el Gobierno progresista ¿Es entonces Sumar una muleta de Pedro Sánchez para revalidar su mandato?

No, porque una muleta sostiene lo que ya existe. Somos una muleta muy alta para el Partido Socialista. Somos los que vamos a empujar avances en políticas progresistas y ambiciosas. Vamos a obligar al PSOE a avanzar.

¿Cuál sería la primera medida que aplicarían en caso de alcanzar La Moncloa?

Tenemos tantas... Desde la vivienda al ámbito sanitario, promoviendo varios servicios como la salud mental, la odontología o la óptica. Planteamos además la revolución del tiempo a través de la reducción de la jornada laboral. Queremos ciudadanos sanos y con tiempo. Como ya he dicho, la digitalización también será un pilar fundamental para conseguirlo.

Mencionaba antes la “herencia universal”. ¿No cree que debería ser progresiva, de forma que se adapte a las condiciones socioeconómicas de cada joven?

Todos los derechos que se han configurado como universales funcionan perfectamente: la Sanidad Pública, la Educación universal y de calidad... Cuando hablamos de esta herencia universal me siento muy identificada. Cuando iba a la universidad no podía pagar las matrículas y tuve que recurrir a préstamos bancarios. Son prestamos con tipos de interés muy altos. Tardé diez años en poder pagarlo porque se generaba una deuda cíclica, de interés sobre interés. Ojalá hubiesen existido entonces este tipo de medidas. Otro aspecto muy importante que debemos explicar a la ciudadanía es que un derecho como este no va a competir con la Educación Pública. Los derechos no compiten entre sí, sino que vienen a garantizar que todo el mundo esté en igualdad de condiciones.

Algunos sectores de la izquierda consideran que Sumar se ha acercado demasiado al PSOE y, en consecuencia, baticinal un mal resultado electoral. ¿Qué piensa al respecto?

Quien dice que somos lo mismo que el PSOE ni siquiera se ha leído el programa. Invito a todo el mundo que piense así a que lo lea. Es uno de los programas más ambiciosos en materia de vivienda, de derechos humanos, de política exterior, de digitalización... Sumar es un movimiento de la sociedad civil de base y está configurado por hasta 15 partidos. Es un proyecto muy ambicioso. Un logro histórico que se aleja mucho de ser muleta del Partido Socialista.

Las últimas encuestas dejan al bloque conservador, formado por PP y Vox, muy cerca de la mayoría absoluta. ¿Qué podríamos esperar de este hipotético futuro Gobierno?

Podríamos esperar pactos de retroceso al siglo XV, prácticamente a la Edad Media. Son pactos que no representan a la España que quiere avanzar porque van contra las mujeres, contra el colectivo LGTBIQ+, contra los migrantes, contra los avances sociales...

¿Contemplan la posibilidad de una gran coalición PP-PSOE?

Eso no puede ocurrir en ningún caso. Gobernará el bloque progresista. Confío al 100 por 100. España lo necesita. El país va a avanzar porque es lo que quiere la ciudadanía.

¿Cuál es la postura de Sumar en torno al Sáhara Occidental?

Invito a todo el mundo a que lea la parte del programa de exteriores en la que exponemos nuestra postura en cuanto a Palestina, el Sáhara Occidental y Ucrania. La postura de Sumar en torno al Sáhara Occidental es con la libre autodeterminación del pueblo saharaui a través de un referéndum. Debemos recordar que el Sáhara Occidental ha estado ocupado por España hasta la década de los 70. Mi padre, sin ir más lejos, tiene DNI español de cuando el Sáhara era español. No hace tanto de ello. Es por ello que nosotros incluimos una comisión para la inclusión del Sáhara Occidental dentro de la memoria democrática. Tenemos que hacer un trabajo de reparación y de responsabilidad.

Otra cuestión importante que recoge el programa es conseguir que todos los acuerdos que la Unión Europea alcance con Marruecos no incluyan el territorio ocupado del Sáhara Occidental y, en su caso, que inviten a un tercer interlocutor, el Frente Polisario, como representante del pueblo saharaui. Para muestra, ahora nos encontramos con la problemática del fin de los acuerdos de pesca entre la UE y Marruecos, que incluye caladeros del Sáhara Occidental. El derecho internacional avala al Sáhara Occidental como última colonia, como territorio no autónomo y, por ende, no se pueden expoliar sus recursos naturales. Es fundamental comprender que este expolio es la continuidad de la ocupación. No podemos permitir que esto ocurra porque además perjudica a muchos pescadores españoles que ahora se quedan sin protección y, muy probablemente, con pérdidas millonarias. Esto ocurre porque el Gobierno español no ha protegido a sus empresas. El Frente Polisario, por el contrario, ya se ha puesto en contacto con los pescadores canarios porque, obviamente, la solución no puede pasar porque miles de personas se vayan a la ruina, sino por la negociación y el consentimiento del legítimo pueblo saharaui.

¿Qué opina del giro de guión en cuanto a las relaciones entre el Gobierno español y Marruecos?

Pedro Sánchez se ha apresurado en tener relaciones de buena vecindad con Marruecos, cosa que hay que tener, pero no a toda costa. Cuando se exceden las cesiones, se convierte en chantaje. En los últimos años hemos vivido episodios dolorosos y vergonzosos como los asesinatos en la valla de Melilla, la entrada de 10.000 ciudadanos de origen marroquí a Ceuta... Son mensajes de extorsión por parte de la dictadura marroquí. A partir del 23J vamos a garantizar que toda política exterior esté basada en los derechos humanos.

A los saharuis no nos sorprende. Como comentaba antes, siempre estamos ganado derechos en los tribunales. La posición de España siempre ha sido tibia en la cuestión. Los saharuis y, hasta donde sé, también el Frente Polisario, lo único que piden a España es que esté del lado de la legalidad internacional y no del lado del ocupante y la dictadura. Normalizar la ocupación no solo va en contra del pueblo saharui, sino también contra el propio pueblo marroquí que vive bajo una dictadura.

Habla de chantaje y extorsión. ¿Cree entonces que la maniobra marroquí ha funcionado?

No creo que Marruecos haya ganado demasiado. El mensaje ni siquiera ha calado entre la sociedad española. Es más, creo que todo esto ha servido para que Mohamed VI y, en general, el régimen marroquí, se quite la careta que tenía en los últimos años como promotor de derechos humanos y energía verde. Para lo que ha servido realmente es para mostrar la verdadera cara de Marruecos. Tampoco hay que olvidar que el pueblo saharaui tiene la batalla jurídica ganada. El derecho internacional está de nuestro lado y eso siempre va a estar ahí.

¿Como saharui, se sentiría usted cómoda compartiendo Gobierno con Pedro Sánchez dada su postura con respecto a Marruecos?

Me voy a sentir cómoda porque estoy dentro de Sumar, un proyecto que tiene clarísimas las líneas rojas. De hecho, en el punto uno de nuestro programa se encuentra revertir la postura que ha tenido Sánchez en materia de exteriores. Me voy a sentir cómoda porque estoy donde tengo que estar.

¿Cree entonces que Sumar tiene la llave para revertir la situación?

Confío en que sí.