El grupo islamista Hamás ha asegurado que va a aplazar la próxima liberación de rehenes, que estaba prevista para este sábado 15 de febrero, al acusar a Israel de "violaciones" del acuerdo de alto el fuego. Israel ha respondido diciendo que son los islamistas los que no están cumpliendo con lo pactado al retrasar la entrega de cautivos y da orden a su Ejército para "prepararse para cualquier escenario".
"En consecuencia, la entrega de los prisioneros sionistas, cuya liberación estaba prevista para el próximo sábado 15 de febrero se pospondrá hasta nuevo aviso", ha señalado en un comunicado Abu Obeida, portavoz de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás.
De acuerdo a Abu Obeida, Israel ha olvidado sus obligaciones del actual acuerdo de alto el fuego y ataca a su Ejército por obstruir el flujo de ayuda humanitaria en Gaza y les acusa de cometer ataques contra los palestinos que vuelven al norte del enclave.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, ha sido el encargado de responder a Hamás y ha calificado la medida de "una completa violación del acuerdo". "He ordenado al Ejército que se prepare al más alto nivel de alerta ante cualquier posible escenario en Gaza para defender nuestras comunidades", ha dicho el ministro. Antes del anuncio de Hamás, la delegación israelí que estaba negociando en Doha la segunda fase del acuerdo, que debe meter el fin de la guerra, había regresado; aunque no se ha dejado claro si se debe a escollos en las conversaciones o para consultas.
"No permitiremos que se vuelva a la realidad del 7 de octubre"
El portavoz del ala militar de Hamás ha comentado que el grupo "ha estado monitoreando las violaciones del enemigo y su incumplimiento de los términos". Ha puesto como ejemplo el retraso en la fecha en la que los gazatíes pudieron volver al norte del enclave, lo que tendría que haber sucedido el día 7 del acuerdo, pero que Israel demoró 5 días hasta la liberación de la rehén Arbel Yehud, el 30 de enero. "La resistencia ha cumplido con todas sus obligaciones", ha indicado Obeida, que demandó a Israel a asumir nuevos compromisos "retroactivamente" para salvar el acuerdo.
Ataques, muertos y bombardeos pese a alto el fuego
Hamás pone como principal motivo de esta decisión, los ataques y bombardeos que se han continuado produciendo en la Franja de Gaza y que han matado al menos a una treintena de personas desde que entró en vigor del acuerdo. Además saca la lenta entrada de "suministros de socorro", como cientos de miles de tiendas que tendrían que haber llegado a la población desplazada.
Al menos 3 gazatíes han muerto en las últimas 24 horas por disparos del Ejército israelí, de acuerdo con la Defensa Civil de la Franja, que además ha acusado al Ejército de disparar contra sus equipos de rescate cuando se acercaban a la llamada "zona de amortiguación", el área fronteriza de la que Israel tiene que retirarse. El Ejército ha defendido que abrió fuego contra un grupo de palestinos, que se acercaron a unos 300 metros de la divisoria, a la altura de la localidad israelí de Nahal Oz.