El ayuntamiento de la ciudad británica de Birmingham es el más grande de Europa en cuanto a número de concejales, con 101. Es la segunda ciudad del país con más de 1 millón de habitantes.
Su situación económica es delicada, pues se ha declarado en quiebra, y ha culpado a la igualdad salarial entre hombres y mujeres de su situación.
Todo se remonta a 2010, fecha en la que unas 5.000 trabajadoras de diferentes servicios dentro del consistorio denunciaron que no recibían los mismos sueldos que sus compañeros hombres.
El Tribunal Supremo les dio la razón un par de años más tarde corroborando que existía un trato discriminatorio salarial entre hombres y mujeres en la corporación. Ahora el ayuntamiento se ha declarado ahora en quiebra.
El Partido Laborista es quien se encuentra al mando y ha comunicado que los costes para hacer frente a la igualdad salarial que quedan pendientes rozan los 900 millones, sumados al déficit presupuestario actual de 100 millones.
Suspensión de todos los gastos no esenciales
El consistorio ha informado de su situación económica y ha emitido un comunicado para hacer públicas sus medidas ante la crisis.
En el texto han remarcado que "no tienen recursos suficientes para asegurar la igualdad salarial" ni tampoco los "medios" necesarios para hacer frente a tal "responsabilidad".
Por ello han suspendido todos los gastos no esenciales y sólo invertirán en la atención a las personas más vulnerables y en los servicios básicos para la ciudad.
Hace unos meses el asunto llegó al Ejecutivo y el primer ministro, Rishi Sunak, descartó el rescate del ayuntamiento al considerar que no era un asunto del que el Gobierno tuviera que hacerse cargo.
La situación ha seguido empeorando y tras el comunicado de la corporación, Sunak ha mostrado ahora su "preocupación".
Y esta quiebra podría no ser la última, pues según los datos de la BBC el déficit previsto para los ayuntamientos ingleses de aquí a 2025 se ha incrementado en un 60%.
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