Nuevo bombardeo israelí sobre otro campo de refugiados en Gaza

El ejército de Israel ha vuelto a bombardear un campo de refugiados, en esta ocasión el de Al Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza. El ministerio de Sanidad de Gaza (controlado por Hamás) y la agencia de noticias WAFA cifran el número de fallecidos en 51 personas.

Además se han registrado otros 40 heridos, la mayoría mujeres y niños.

En un comunicado de Hamás recogido por 'The Guardian', la organización ha asegurado que el ejército israelí ha bombardeado directamente las casas de los ciudadanos.

Por su parte, Israel no se ha pronunciado explícitamente en redes sobre el suceso, pero sí ha confirmado que ha atacado a 2.500 objetivos de Hamás desde el inicio de la incursión terrestre en Gaza, que comenzó hace una semana.

Insisten en que siguen matando a "terroristas" y que los ataques se concentran en infraestructuras de Hamás en la región.

Ha justificado ataques controvertidos como el que realizaron sobre un convoy de ambulancias frente al hospital de Al Shifa argumentando que Hamás las estaba utilizando para el transporte de armas. También han criticado que los "terroristas" se esconden en casas de civiles.

WAFA también ha informado de más bombardeos en el norte y el oeste donde aseguran que se han empleado bombas de fósforo blanco, prohibidas por la comunidad internacional.

Y durante la noche del sábado ha sido bombardeado de nuevo el campamento de refugiados de Yabalia, en concreto en una escuela. Las informaciones hablan de 20 muertos y 70 heridos.

Más de 9.000 muertos en menos de un mes

La escalada de violencia entre Gaza e Israel comenzó su etapa más dura el pasado 7 de octubre después del ataque de Hamás que dejó centenares de muertos en Israel.

El ejército israelí en seguida tomó represalias y comenzó a bombardear la Franja e incluso ha comenzado una ofensiva terrestre.

Desde entonces, según los datos de la ONU, en Gaza han fallecido alrededor de 9.500 personas, la mayoría mujeres y niños.

Además de las bombas, Gaza hace frente a un fuerte bloqueo y los alimentos y medicinas escasean, lo que sumado al colapso de los hospitales, pone a la población en una situación de vulnerabilidad sin precedentes.

Israel accedió a dejar entrar ayuda humanitaria, pero llega a cuentagotas y no permiten todas las demandas de material o combustible que piden las ONG y demás organismos que trabajan sobre el terreno.

En Cisjordania la situación se ha complicado y la violencia está en niveles inéditos y ya han muerto en la región más de 350 palestinos.