Pedro Sánchez, Antonio Costa y Olaf Scholz se han reunido en Berlín para hablar sobre la construcción del gaseoducto Midcat y presionar así al presidente galo para que cambie de postura y se sume al proyecto.
Emmanuel Macron ha rechazado la construcción del gaseoducto que enlazaría la Península con el norte de Europa al considerarlo un plan no rentable y aboga por energías renovables.
Pero España, Portugal y Alemania siguen intentando llevar el proyecto a buen término. Aunque en la reunión no se ha hablado específicamente del Midcat, sí han hablado de "agilizar la construcción de interconectores energéticos".
En el comunicado posterior a la reunión, los 3 líderes han subrayado la importancia de "diversificar" las fuentes de energía para garantizar su seguridad. Y es que la guerra entre Rusia y Ucrania ha puesto de manifiesto la gran dependencia rusa del gas y el petróleo, lo que ha provocado la crisis energética actual y la necesidad de encontrar otros proveedores.
Para evitar una situación similar en el futuro, los 27 apuestan por mercados alternativos y evitar una dependencia única.
Un proyecto para traer gas del Magreb
La construcción del Midcat supondría conectar la Península Ibérica con el resto de Europa y poder así transportar más gas procedente del Magreb, uno de los exportadores de gas que ha cobrado gran relevancia en los últimos meses.
Una de las quejas del presidente francés para rechazar el plan es que no se trata de energía verde o renovable, pero Sánchez y Scholz han destacado que, en el futuro, el gasoducto también podrá servir para transportar hidrógeno verde, no solo gas. Además insisten en la necesidad de dar respuestas "comunes" a los altos precios de la energía que están sufriendo los europeos. Consideran que la independencia energética es clave no solo estratégicamente, sino también de cara a la seguridad de la UE.
En el comunicado emitido han anunciado que llevarán la cuestión del gasoducto al Consejo Europeo que se celebrará en Bruselas la próxima semana.
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