La guerra de Ucrania sigue activa y las probabilidades de un gran corte de gas a la UE son cada vez más altas, por lo que los 27 se preparan para un invierno duro e intentan a toda costa depender menos del gas ruso y buscar otras fuentes alternativas. Pero hasta que esto se consolide, los principales líderes han instado a la población a reducir el consumo.
En Alemania la situación es ya de alerta y desde el Ejecutivo han tildado al gas de "bien escaso" y están haciendo ya acopio por lo que pueda pasar en un futuro no muy lejano. La UE quiere anticiparse y está desarrollando un plan de ahorro negociado entre los 27 para tomar medidas ante la situación con Rusia.
Una de las propuestas de la Comisión Europea, anticipada por Ursula von der Leyen hace unos días, es reducir un 15% el consumo de gas en cada país a partir del próximo 1 de agosto y hasta marzo de 2023. De esta forma se necesitaría mucho menos gas ruso, prácticamente como si Rusia hubiera cerrado por completo el flujo, para así poder pasar el invierno con las reservas.
Una medida de urgencia y que no ha sido bien recibida por muchos países, entre los que se encuentra España.
Varios estados miembros piden que la reducción no sea obligatoria
Según recoge RTVE citando a fuentes europeas, varios Estados miembros han instado a la CE a que la reducción del 15% no se implante de manera obligatoria en los 27, o por lo menos no en su totalidad, y que se tengan en cuenta las condiciones propias de cada país en caso de obligar a reducir una cifra.
Pero sí abren la puerta a obligar a reducir ese porcentaje de manera obligada en caso de emergencia, siempre y cuando no se decrete de forma unilateral por la Comisión y sean los países quienes tengan la última palabra.
El martes los 27 abordarán esta cuestión en un Consejo extraordinario y cuyas directrices tendrán que aprobarse por mayoría cualificada. La guerra se prolonga en el tiempo y la dependencia de gran parte de los 27 del gas ruso es un asunto que preocupa mucho a los líderes europeos.
El plan de Bruselas, presentado el pasado 20 de julio, pensado para hacer frente a la crisis energética, no ha gustado a todos y muchos piden medidas más "justas" o planes con más opciones en función de la situación de cada país.
Por ejemplo, en el caso de España, con capacidad de exportar gas a través de los gasoductos con Francia así como su opción de almacenarlo, el Ejecutivo demanda que no tenga que afrontar una reducción del consumo a cambio de ayudar y aportar.
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